"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Los membrillos mutantes

El martes acabé el 2º ejercicio en mis clases de dibujo/pintura, esta vez con la técnica del pastel.
Resultado, dos membrillos mutantes de, aproximadamente, 75x50, ahí es na.
Si fueran de verdad, os imagináis la de dulce de membrillo que se podría hacer con ellos?.
Mira que los membrillos de mi pueblo son bien hermosos, pero estos se pasan del calibre jajaja.

Aquí teneis la inspiración


Y aquí, mi versión de los hechos...



Bueno, en general todos los productos de mi pueblo son de muy buena calidad.
Los tomates, saben a tomate, los espárragos trigueros, son robustos y firmes, las calabazas, las lechugas, los pimientos, los repollos, las nueces, las almendras, las cerezas, las ciruelas, las manzanas, los membrillos. Todo.

Es una gozada poder consumir productos de temporada de la mejor calidad, de esa que se llevan (casi toda) fuera de España para vender a precio de oro y aquí a un precio ridículo.

Con esos membrillos que recolectaron hace un mes. Mi suegra ha hecho dulce (o carne) de membrillo para un regimiento.
Ni que decir tiene que ya nos hemos ventilado casi la mitad de las existencias.

Es una gozada comer el membrillo con todo tipo de quesos (con Cabrales o azul está de muerte), solo con pan, con foie, en ensalada, para acompañar cualquier carne de cerdo, bueno, podría seguir infinitamente.
Eso sí, como todo lo bueno, engorda la de dios. Así que hay que ser moderados con él o por lo menos intentarlo.

Por si a alguno le interesa voy a explicaros como hacer una buena carne de membrillo.
La receta es de mi suegra (mi madre desde que mi suegra hace cantidades industriales ha dejado de hacer, no sabe ni na la amiga).
No voy a poner cantidades porque todo depende de cuanto queráis hacer vosotros.

Manos a la obra

Cogemos los membrillos y los limpiamos con un paño (ni lavamos ni pelamos). Los troceamos y les quitamos las semillas, el rabito y el culé.

Ponemos en una cazuela con 1 dedo o 2 de agua y los cocemos. En poco tiempo cuecen. Más o menos entre 10 y 20 minutos. Lo iréis viendo sin problema.

Lo retiramos. Escurrimos el agua y el membrillo lo pasamos por un pasapuré.
Entonces pesamos el membrillo.
Por cada kilo de membrillo (ya cocido) ponemos 1 kilo de azúcar.
Lo ponemos todo a cocer (el membrillo y el azúcar) y vamos removiendo con cuchara de madera muy a menudo (casi constantemente). Durante 45-60 minutos. Hasta que veáis que oscurece.

Luego vertemos el membrillo en los moldes y dejamos enfriar.

Como veis no es nada difícil, pero sí pesado, sobre todo por lo tener que estar casi una hora sin parar de remover.

Por lo tanto tenéis dos opciones. O lo hacéis vosotros y os quedáis con todo el cargamento o se lo encargáis a vuestra suegra.

Yo de momento me inclino más por la segunda, claro.