Así que yo tenía casi 8 años.
A algunos les puede parecer que esa edad ya es más que suficiente para descubrir que los Reyes Magos son los ... ejem..., ya sabemos todos quienes son los Reyes, ¿verdad?.
Pero yo que he sido siempre muy pava, eso me pilló todavía muy verde.
Estaba jugando en la calle (cuando donde vivía todavía era un pueblo pequeño) con mis amigas y hablando de las cosas que pediríamos a los Reyes, cuando la vecina del primero, soltó la noticia bomba.
Yo no me lo creía, o mejor dicho, no me lo quería creer.
¿Pero qué dice esta niña?, ¡¡¡¡eso es mentira!!!!. Los Reyes no pueden ser los ...
Salí corriendo y subí a casa. Las piernas no me daban para subir los escalones tan deprisa. Ya tenía las lágrimas asomando cuando llamé a la puerta.
Me abrió mi hermana, entré en la cocina y le pregunté medio gritando, a mi madre si los Reyes eran los ...
Me lo ha dicho la del primero, ¿es verdad, mamá?
No, ssssshhhhh
Pues ella dice que sí. Nos lo ha dicho a todas.
Bueno sí, pero habla bajo que te va a oír tu hermano.
¡¡¡¡¡¡¡Boooooooooommmmmmmmm!!!!!!!
Y mi ilusión salió por los aires.
¡¡¡¡Maldita chivata!!!!
Creo que ha sido unas de las mayores desilusiones que me he llevado en la vida.
Menuda chota me pillé por la noche.
Recuerdo todo perfectamente. Y el nombre de la chivata, también. Ggggrrrrrr
Este año que Boliche ya se entera de casi todo, la ilusión volvió con más fuerza que nunca.
Cuando iba camino de casa para recogerles y salir a ver la cabalgata, estaba que no podía de los nervios. ¡Que toooonta!
Primero vimos la del barrio, muy modesta pero eso sí, más cercana y menos problemática en lo que a afluencia de personal se refiere.
Luego bajamos a ver la grande.
¡Dios mío!, pero ¿de dónde ha salido tanta gente?
Cogimos un hueco unas cuantas filas atrás, pero más o menos se podía ver bien tirando a regular, hasta que llegaron los listos que todo lo saben, cargados con escaleras y se pusieron delante de nosotros.
Pero que manía tiene la gente de olvidarse la educación en casa...
Como no era plan de ponerse a hacer pressing catch delante de los niños, cogimos y nos fuimos.
Avanzamos un poco y encontramos un sitio que bueno, no era muy allá pero Boliche al hombro de su padre y de su padrino podría verlo bien. Y eso era de lo que se trataba.
Yo sólo quería verle la cara, así lo de la cabalgata me daba un poco igual.
¡¡¡Como se lo pasó!!!
Y encima como no estaba cerca del meollo, no le daban miedo las figuras grandes, que suelen ser las que le asustan.
Todo el tiempo aplaudiendo y cantando villancicos.
No paraba de decir, "ooooohhhhhh!!!!"
Fue genial. Teníamos una señora de unos 50 años junto a nosotros que no le quitaba ojo, se lo pasó pipa viéndole a él las caras que ponía.
La verdad, que estábamos todos atontados cara pa él.
Cuando terminó de pasar la última carroza con el rey Baltasar (el nuestro), y al ver que no pasaban más, se puso a gritar como loco, "¡¡¡¡ota, ota, ota!!!!". Le cogía la cara entre las manos a mi madre y le decía medio gritando, "abuela, maaaa, abuela ota!!!"
Luego nos fuimos a casa de mis cuñados a tomar el chocolate con roscón.
Estuvo toda la tarde sin parar de jugar. Nos fuimos a casa dando un paseo y se quedó dormido.
Al día siguiente, cuando se despertó, le dije, que habían venido los Reyes y que le habían dejado los regalos bajo el árbol de navidad.
Se puso como loco. Se fue al salón corriendo. Allí estaba su padre con la cámara preparado para inmortalizar el momento.
Llegó corriendo, los vio y se iba derechos a por ellos pero, de pronto, vio a su padre con la cámara y se frenó en seco delante para así decir el obligatorio, "pataaaaaataaaa". Jajajajajaja
Casi nos da algo, de la risa que pasamos.
¡Que bien enseñado está, el tío!.
Comimos con mis padres y fuimos a tomar roscón a casa de mi hermana y a recoger el resto de regalos.
¡Que exageración!, entre unos y otros, tengo la casa que parece una juguetería.
Entre todos los regalos cayó el CD de Teresa Rabal (ya es parte de la familia, claro).
Se pone como loco cada vez que se lo pongo y empieza a sonar el "veo, veo".
Esta mañana, tocaba volver a la rutina.
Volver a la escuela después de 18 días de vacaciones no es fácil (para ninguno). Y encima sin periodo de adaptación. Uf!
Después de ver un ratito a Noddy, he conseguido vestirle bastante rápido. Como no sabía donde íbamos a ir..., se dejaba hacer.
Nos hemos ido al salón mientras yo terminaba de preparar todo y mientras le he puesto un poco a Santa Teresa Rabal.
Otra vez a bailar. ¡Qué vitalidad!.
De pronto, ve su botella de agua encima de la mesa, la coge, se planta delante de la cadena de música y le dice (a Teresa, claro). Eto e mío!, tú no!, tú mala!, noooo, tú benaaaaa, bapa, bapa, e boma (esto es mío, tú no, tú mala, nooo, tú buena, guapa, guapa, es broma). Esto último de guapa, se lo dice mientras acaricia la cadena de música.
Yo alucino con este niño. Ahora resulta que habla con los aparatos de casa.
Osea que lo de la chifladura, ¿también se hereda?
Se ha quedado muy bien en la escuela. Contento porque llevaba el CD de Teresa Rabal para que lo pusiera la seño y pudieran bailar todos los amiguitos la canción del Veo, veo.
Ya veremos mañana...
Ya veremos mañana...
Feliz semana!!