¿Qué dicen tus bellos ojos, madre?, que su brillo me deslumbra.
Que desconsiderados ellos, entonces lo cerraré para que no te vuelvan a cegar.
¿Qué dicen tus bellas manos, madre?, que me tocan temblorosas.
Que torpes ellas, entonces las guardaré para que no te vuelvan a distraer.
¿Qué dicen tus bellos labios, madre?, que se agitan nerviosos sin saber que decir.
Que absurdos ellos, entonces los callaré, hasta que se sepan comportar.
¿Qué dice tu bello corazón, madre?, que su latido no me deja escuchar.
Ay!, hijo mío, a ese no le puedo parar, no le puedo cerrar, no le puedo guardar,
no le puedo callar.
Ese late contigo y late por ti
Ese se abre contigo y se abre por ti
Ese resurge contigo y resurge por ti
Ese habla contigo y habla por ti
Y, ¿qué dice madre?
Dice lo que los ojos, las manos y los labios no saben contar.
Dice que cada latido lleva tu nombre
Dice que cada gota de sangre es tu esencia
Hijo, ¿no le oyes gritar?
Si, madre, pero ayúdame que no le entiendo, ¿qué dice?
Claro hijo, es fácil, está gritando...
¡¡¡HIJO, ERES MI VIDA!!!
La Teta Reina
Esto es, con diferencia, lo más ñoño que he escrito en mi vida y encima lo hago con los ojos arrasados en lágrimas, pero eso sí, de felicidad.
Te quiero Boliche. No sé si algún día podrás adivinar cuanto, pero como siempre te digo,
TE QUIERO INFINITO ELEVADO AL INFINITO.
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!