
Paso todos los días por el colegio al que queremos llevar a Boliche el próximo curso. Si hay suerte.
Yo fui alumna de ese colegio durante 3 años y aunque el primer año fue durillo, los siguientes fueron estupendos.
Muchos días voy leyendo en el autobús y no me entero cuando paso por delante, pero si me doy cuenta me gusta observar cuando paso por allí como van las mamás, mayormente, a recoger a los niños. Y me trae muchos recuerdos.
Pienso como serán los comienzos de Boliche en ese colegio y siento un poco de miedo, para que negarlo. Y si no se adapta, y si le cogen manía, habremos desterrado el pañal, comerá mejor, hará amigos...
Ayer, mientras pensaba eso, recordé como fue cuando empecé yo allí.
Es un colegio de monjas y la que en ese momento fue mi tutora, era también la madre superiora. La Madre Florencia.
Tenía fama de ser un poco ogro pero conmigo no se pudo portar mejor. Realmente fue maravillosa. Y con ella tuve una de las anécdotas más graciosas de ese año.
Bueno graciosa me parece ahora, pero en su momento yo no le veía mucho la gracia, porque no entendía lo que yo misma estaba diciendo.
Debía ser de mis primeros días allí y recuerdo que estábamos en el patio.
La madre Florencia me estaba preguntando de que colegio venía, que tal eran mis antiguos profesores y mis compañeros, etc. En un momento dado, no recuerdo como salió el tema de mi antiguo tutor. Yo le explique que era un chico joven muy majo pero que ese año se había tenido que ir antes de acabar el curso.
Madre Florencia: Y porque se tuvo que ir, ¿le había pasado algo?Teta: No, es que había pedido "próstata"
Madre Florencia : O_O ¿cómo?
Teta: Sí, es que había pedido "próstata" varios años para dar clases pero ese año ya no se la dieron y se tuvo que ir a hacer la mili.
Madre Florencia: Ah!!
Jajajajaja ¡¡prórroga!!, Teta, ¡¡prórroga!! jajajajaja
Que cosas me pasan, pero es que solo tenía 10 tiernos añitos, y de los de antes, que no es lo mismo que los 10 años de ahora. Los de ahora te dan 200.000 vueltas!!!
Todavía cuando me acuerdo, me pongo colorada de vergüenza. Eso sí, la monja se lo pasó pipa.
Feliz fin de semana.
Imprimir