"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

viernes, 16 de abril de 2010

Mi vecina

Tengo una vecina que vive una planta por debajo de mi casa que la verdad no sabría como definir. Por más vueltas que le doy no me sale el adjetivo adecuado, así que os la voy a describir para que os hagáis vuestra propia idea.

La paisana en cuestión es una señora bajita, más bien rechoncha, con el pelo corto y de color, bueno el color no lo sé porque tiene unas raíces que no se donde empiezan y donde acaba. Lleva unas gafas que están rotas y pegadas con celofán en el puente y en las patillas. Le falta un tercio de los dientes y huele a casa sin ventilar.
Vive con algún que otro gato y su hijo que debe tener unos 50 años y no trabaja. Me recuerda un poco a Ignatius J. Reilly (La conjura de los necios) y a su madre. Libro que por cierto no he conseguido acabar y que empecé hace 4 años. Voy por la mitad y sólo leo 10 hojas cada vez que lo cojo porque odio a su protagonista.

Os hacéis una idea, ¿verdad?, bueno pues el caso es que mi boliche tiene casi 16 meses y desde que llegamos del hospital 4 días después de su nacimiento, probablemente, la habré visto 1 vez cada 10 o 15 días. Y cada vez que se ha producido uno de esos encuentros siempre nos dice lo mismo: “ Ay!, pero que niña más guapa”, “pero que monada de niña” y yo con toda la paciencia del mundo y con mi mejor cara le digo: no, si es un niño…
Pero nada, que no hay forma. Y se lo he repetido hasta la saciedad, bueno aproximadamente 30 o 40 veces, pero no hay nada que hacer. Primero pensé que era sorda pero luego lo descarté porque además siempre intenta contarme todos los chismorreos que pasan en el edificio. Luego pensé que lo hacía por tocarme las narices pero no creo, no le da pa’ tanto la cabeza a la pobre mujer.

Un día lo comenté en casa de mis padres como una anécdota y mi padre cogió al boliche en brazos y mirándole a la cara le dijo muy serio: cuando te lo vuelva a decir, le dices tú, a que te saco la cola y te meo…(creo que voy a tener que restringir algo las visitas a casa de mis padres jejeje)

El caso es que mi boliche va vestido de niño como todos los demás; es decir, con tendencia a los azules, verdes, pantalones, etc y no lleva ni pendientes (de momento) ni pelo largo, pero no se, hay algo que a esta mujer la confunde y no llego a averiguarlo. Realmente, tampoco me preocupa lo más mínimo pero sí me resulta curioso.

En fin, ahora he tomado la decisión de no llevarle la contraria y seguirle la corriente y le digo: sí, la verdad que tengo una niña divina!.

Que le vamos a hacer. “Mis vecinas son asín”.