"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

jueves, 28 de julio de 2011

66,66% de vacaciones y una despedida

Mañana comienzan el 66,66% de mis vacaciones.
Mi socio y Boliche dan por terminado el curso y llegan sus días de descanso y disfrute.

Y esto ¿qué significa para mí?, pues básicamente dos cosas.

La primera es que si ellos están de vacaciones, yo estaré trabajando pero para mí supondrá estar al 66,66% de descanso.

No más hacer madrugar tanto a Boliche, no más persecuciones por la casa para vestirle por las mañanas, no más ir corriendo a todas partes para aun así seguir llegando tarde a todas esas partes, no más inconvenientes porque se alteren en cierta medida los horarios de Boliche.
Más disfrute, más juegos, más siestas, más mimos, más descanso, más Boliche.

Así se me hacen más llevadero estos días que me quedan (10 días) de currar.
El 100% de las vacaciones está a la vuelta de la esquina, aunque haya que seguir cocinando, lavando, planchando, limpiando, etc, pero eso ya va de serie y son compartidos.
Lo importante es disfrutar con los tuyos de estos momentos de asueto y coger fuerzas para el curso que viene.

Muchos cambios nos esperan en casa para la vuelta en septiembre, y debemos coger todas la fuerzas posibles para afrontarlos con energía y positivismo.
Y es precisamente este cambio es lo que me lleva al segundo tema que quería comentaros.

Hoy nos despedimos de Patri, la seño de Boliche. Super Patri.
Ella ha sido una de las personas más importantes que ha formado parte de nuestras vidas desde que Boliche tenía 9 meses.

Gracias a ella, la adaptación de Boliche a la escuela ha sido más llevadera, menos complicada.
Sin ser una persona especialmente generosa en lo que a mostrar sus sentimientos se refiere, le ha dado todo el cariño, la confianza y la seguridad que Boliche necesitaba para conseguir que él fueran feliz a la escuela. Sin llantos, con una sonrisa en la cara y con unas ganas tremendas de verla a ella y a sus pequeños compañeros.

Siempre había un beso para Boliche antes de marcharse todas las tardes. Un beso voluntario y sincero, como el abrazo que iba de vuelta hacía ella.

Siempre he sentido hacia ella un cocktail de sentimientos de lo más variado. Agradecimiento, celos, confianza, seguridad, simpatía.
Una mezcla lógica, si tenemos en cuenta que ella es la persona que se ha ocupado de Boliche desde que el tenía 9 meses y durante 7 horas diarias.
Teniendo en cuenta que esa cantidad global de horas no la ha pasado ni con sus abuelos ni con sus tíos, no es de extrañar que le demos tanta importancia al papel que ha desempeñado en nuestras vidas, ¿verdad?

Una de las cosas que más me ha gustado de ella, es que siempre utiliza un tono de voz suave y moderado. Jamás la he oído gritar a los niños, cosa que no puedo decir de otras profesoras del centro.
Y es algo que yo tengo muy en cuenta. No soporto, es más, odio que me griten, por lo que la idea de que trataran a gritos a Boliche me ponía bastante nerviosa, sobre todo cuando empecé a ver el sistema de trabajo de alguna de sus compañeras. Ya podían tomar ejemplo...

Todo esto sin entrar a la valorar su labor como guia en el aprendizaje que se ha llevado acabo este tiempo.
Aprender jugando. Importantísimo. Al menos bajo mi punto de vista.

Hoy cuando vaya a recoger a Boliche, va resultarme duro despedirme de ella.
Lo sé porque la semana pasada mientras envolvía su regalo y escribía la tarjeta ya no pude contener las lágrimas. Creo que ha quedado claro después de casi año y medio de blog que soy una llorona empedernida, verdad?
No tengo arreglo.

Puede que haya personas que lo vean una tontería pero para mí no lo es.
No solo ha sabido cuidar y enseñar a Boliche, no. También ha sabido llevarme a mí. Borrando de un plumazo esos miedos que tenía yo los primeros días, a que le hicieran daño, le dejaran llorando eternamente, a que me lo secuestraran o le tatuaran un brazo en algún cuarto oscuro, vamos, esas cosas que pasan en las guarderías... y no solo eso, sino que siempre se ha mostrado muy respetuosa con la forma de crianza que llevamos con Boliche.
Desconozco cual será su opinión sobre la lactancia prolongada y el colecho pero jamás me ha hecho ningún comentario negativo al respecto. Algo raro raro en esta sociedad tan "super mega moderna osea", en la que meter baza en la vida de los demás está a la orden del día.

En fin, que me va a costar despedirme. Y no incluyo a Boliche porque estoy segura de que él no es consciente de que el curso que viene quien salga a recibirlo, quien le ayude con la comida, quien le siga explicando los números en inglés, quien le consuele cuando se caiga, quien le ayude cuando no comprenda algo, quien le cante canciones, quien le ayude con ese dibujo que se le resista, quien juegue con él al corro de la patata, no va a ser Patri.

Sé que no vas a leer esto pero igualmente, ¡¡¡GRACIAS PATRI!!! , ha sido un placer que hayas formado parte de nuestras vidas.

Y ahora corto y cierro que ya tengo el nudo en la garganta...



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