"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

lunes, 30 de abril de 2012

Sensaciones y reflexiones

*Este post se escribió el viernes 27/04/12


No os pasa algunas veces que al leer algo o ver alguna escena, ya sea en una película, en la TV o en la vida real, esto os trae un recuerdo, una sensación, un "algo" que te remueve por dentro?

En este caso es una sensación que me encoge el estómago.
Es de esas sensaciones que te hacen sentir cierto nerviosismo o ansiedad, no sé muy bien como explicarlo.
A veces las sensaciones son tan difíciles de explicar y plasmar sobre el papel...


Suelen ser por cosas naturales, ley de vida, como se suele decir. Cosas con las que debemos convivir porque pertenecen a la esencia de la vida y uno debe aprender a digerirlas sin que esto suponga un problema para el ritmo de la vida.

Ayer, no recuerdo cómo, llegué al blog de una madre que contaba en su blog como había sido los días previos y los días posteriores a su encuentro con su hija adoptada.

Imagino que un millón de sensaciones y emociones pasarían por su cabeza y su corazón como un torbellino, arrasando con todo.
El relato era sencillo.
En el blog le contaba a su hija, que ahora creo que tiene  5 o 6 años, como fueron aquellos momentos y cuales eran sus emociones y sus mayores temores.

Hubo algo que me llamo especialmente la atención. A esta madre le preocupaba mucho cuanto miedo sentiría su hija cuando estuviera con ellos. Solo una madre podría sentir algo así. Aun no tenía a su hija en sus brazos y ya era una madre de verdad, auténtica.

¿Cuánto miedo sentiría ese bebé cuando estuviera con sus nuevos papás?

Que pregunta tan dura, ¿verdad?.

Sus reflexiones y su experiencia me emocionaron. Me hicieron pensar tanto en mi hijo.
Un niño afortunado por tener unos padres junto a él, que le quieren, que le cuidan, que le crían como buenamente pueden y/o saben y con todo el amor del que son capaces.
¿Cuántas veces mi hijo habrá sentido esa necesidad de tener a sus padres cerca y no habremos estado?

Seguro que pocas, por suerte para él, y esas pocas veces habrá sido con un nivel de ansiedad diminuto en comparación con el de esa niña. O no... ¿el miedo se puede medir?


Hoy he leído el post de Sarai y he vuelto a tener esa sensación.
Quizá ella habla más de tener la certeza de esa cercanía de espíritu. Ese "yo estoy contigo", un sentimiento de apoyo, de cariño y amor incondicional. Un post precioso, os lo recomiendo.
He vuelto a pensar en mi hijo.
¿Será consciente ya de ese "yo estoy contigo"? o dudará de ello cuando le surja alguna necesidad y no estemos cerca...


Hoy me han llamado del cole de Boliche. Era su profesora.
Al parecer Boliche se ha caído en el patio y se ha raspado la barbilla, nada grave me han dicho, pero me han llamado para informarme.
Su seño me ha dicho que Boliche ha llorado un ratillo pero se le ha pasado pronto.
Después del "momento-susto-llaman-del-cole-de-Boli" he vuelto a tener otra vez esa sensación de la que hoy os hablo.


Lo sé, es una sensación, un sentimiento con el que debemos vivir. Nuestros hijos crecen, van ganando en autonomía, van aflojando ese lazo que nos une para algún día volar sin tener el ala de mamá y papá esperando para protegerle de la caída.

Es una sensación. Un reflexión.



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martes, 17 de abril de 2012

La Sra. Q (V) la pista definitiva

Después de despedirse de Tonino, Nick accedió al aeropuerto con paso tranquilo.
Aun quedaban 2 horas para que se abriera la puerta del embarque, así que decidió acercarse a la cafetería para tomar un café. Mientras, aprovecharía para revisar toda la documentación que le había conseguido Giuseppe.

Escogió una mesa tranquila, se sentó y le dio un sorbo a aquel horrible café. Apartó la taza y se concentró en los papeles que tenía sobre la mesa.

Poco había podido averiguar sobre el secuestro de "la Reina".
También había intentado conseguir información sobre la Sra. Q, pero todas sus acciones había resultado infructuosas.

Tenía la esperanza de que el sobre que Mary había guardado en su escritorio le facilitara alguna pista más válida con la que empezar a trabajar.

Mientras revisaba la documentación, y como un pellizco en el alma, Nana volvió a sus pensamientos.

Cuando Nick se marchó de casa de Giuseppe, Luciana todavía no había regresado de su viaje. Al parecer algo se había complicado en la recepción de una mercancía y aquello retrasaría su vuelta de Capri un par de días más.

En realidad no tenía nada especial que decirle, ni siquiera sabía que movía su deseo de verla. O sí...
Sería un necio si no reconociera que aquel último encuentro había removido demasiado el pasado.

Después de todo, quizá el no verla hubiera sido lo mejor para todos, pero la sensación de resquemor no le abandonaba. Ni lo hizo durante todo el viaje de vuelta a casa.


Cuando el avión aterrizó, el comandante les agradeció el haber escogido su compañía aérea para volar y les deseo una feliz estancia.

Cogió su bolsa de mano, se puso sus gafas de sol y se encaminó hacia el finger que le conduciría a la sala de embarque donde decenas de pasajeros esperaban la salida de su vuelo.

Una vez atravesó la puerta de salida se dirigió hacía la parada de taxis. Había numerosos vehículos libres así que en seguida se pudo montar en uno, el cual le llevaría a su apartamento.

- ¿A donde vamos, caballero?, le dijo el hombre menudo que se encontraba al volante con una voz de lo más chirriante, y al cual le faltaba uno de los dientes delanteros.

Después de darle las indicaciones precisas se acomodó en el asiento y volvió a consultar su teléfono movil.
Tenía 3 llamadas perdidas de un número de teléfono oculto por lo que sería imposible devolverlas. Por un instante pensó que podría haber sido su misteriosa clienta. En cualquier caso, tendría que esperar a que le volvieran a llamar para averiguarlo.


Mientras abría la puerta de su apartamento, su teléfono volvió a sonar. Fue un solo tono por lo que no le dio tiempo a contestar. Pudo ver que la llamada había sido realizada igualmente desde un número oculto pero nada más. Y una sensación extraña comenzó a instalarse en su estómago.

Cerró la puerta de su apartamento y dejó la bolsa sobre el suelo.
Sin quitarse la cazadora que llevaba puesta se acercó a su escritorio y abrió el primer cajón.
Como Nick le había indicado a Mary, el sobre marrón se encontraba dentro. Lo sacó y echó un vistazo por ambas partes, pero no había ningún dato que le pudiera aportar pistas sobre quien era el remitente.

Rasgó el doblez del cierre y sacó el papel que había en su interior.
Era una relación de personas, pero aquellos nombres no significaban nada para él. No  los conocía  de nada y al parecer estaban directamente relacionados con el asunto de "la Reina".

Casi en un susurro fue leyendo uno a uno los nombres que allí aparecían.

1. Matilde
2. Mamá de dos canijillos
3. Leia Organa
4. Pipileta
5. Ana (de ratones)
6. Suu
7. 30ñera
8. María
9. Kalambre
10. Princesa Fol
11. A veces mujer
12. AmbinetARTE
13. Mercedes
14. Sarai
15. Montsequibu
16. @Mousikh
17. Teresavet
18. Estanjana
19. bellutina
20. Mamá primeriza
21. Erase una vez
22. Yaiza
23. Paris
24. David
25. Eviki
26. MLuz
27. Mari Cari
28. Corasson
29. Mamalowcost
30. Brujilla
31. Carol
32. Vega
33. IreneSL
34. Anabella
35. London
36. Mª José
37. Ely
38. unaterapeutatemprana


Demasiada gente metida en todo esto... - pensó Nick


Continuará?



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viernes, 13 de abril de 2012

Semana dura

Volver de vacaciones siempre resulta duro.
Después de 11 días de vacaciones escolares los ritmos están descuadrados no, lo siguiente.


A Boliche le ha costado bastante volver a la rutina, aunque para ajustarnos más a la realidad, debería decir que lo que le ha costado ha sido volver a Madrid.
Se ha vuelto adicto al pueblo y sus niveles de embrutecimiento ya superan los míos con creces.

Se lo pasa tan tan tan bien que luego claro, ¿cómo va a querer volver?

Desde que se levanta ya está haciendo lo que más le gusta, correr, jugar y estar en la calle.
En nuestro piso lo de correr... digamos que resulta algo complicado por aquello de vivir en la casa de Pin y pon. Y en lo que respecta a salir a la calle pues no es que en la ciudad no se pueda salir, pero digamos que... bueno... en fin... que eso de salir en pijama, pues como que no está muy bien visto.

En el pueblo Boliche se levanta y lo primero que hace es salir a la calle a saludar a los gatos. Sube, baja, entra, sale..., y después de desayunar y prepararse sale a la calle otra vez y ya es un no parar.

Le ha sacado el jugo a esta Semana Santa exprimiendo a tope cada minuto.

No os hacéis una idea de la cara de felicidad que puso cuando vio sus botas de agua. Esas que le compré el verano pasado en Asturias y que solo se había puesto 3 veces en agosto.
De buena gana se hubiera metido en la cama a dormir con ellas.

Nos comemos la cabeza pensando en los juguetes que le debemos comprar para que ellos se lo pasen bien y les saquen provecho y luego resulta que con unas botas de agua son los reyes de mambo.
Para Boliche no hay nada más divertido que "charcar en los charcos".
Yo charco, tú charcas, él charca...

Con este plan que se puede esperar...

Si además le añadimos que la seño de Boliche se ha dado de baja porque está embarazada de 26 semanas, pues es fácil suponer que la vuelta al cole no ha sido tan divertida como nos vende en septiembre los del Corte "Inguels".

Según Boliche, a la seño todavía no le han abierto la barriga para que salga el bebé. Se debe pensar que como el salio por "la sonrisa" de mi barriga, el resto de los niños del mundo vienen de la misma manera.

Así que tenemos otra seño semi-nueva. Y digo lo de semi porque es una docente del centro que ya conocemos pero que estaba de apoyo en otras clases, así que al menos se sabe los nombres de los niños, que ya es algo.

La nueva seño parece agradable, siempre con la sonrisa en la cara, que para mí ya es buena señal. El resto lo iremos viendo según vayan desarrollándose los acontecimientos.
Menos mal que queda poco para que acabe el curso, porque empezar en un cole nuevo, con compis nuevos y seño nueva y que se coja la baja a los 2 o 3 meses es una autentica guarrada para los niños, pero bueno, son cosas que pasan.

Esta suma de factores hace que haya sido tremendamente complicado despertar a Boliche por las mañanas. Algún día le ha costado llorar y otro se ha quedado dormido estando ya vestido. Un cromo...

Pero no ha sido al único al que le ha costado la adaptación, porque aquí una servidora, que solo ha tenido 4 días de asueto, ha llegado al día de hoy, medio arrastras, con sueño y con un dolor de espalda que parecen dos.

Menos mal que hoy es viernes... porque... HOY ES VIERNES!!!! lo sabíais, ¿verdad?.

Feliz fin de semana!



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martes, 10 de abril de 2012

La Sra. Q (IV)

Volver a Nápoles siempre era como volver a casa.

Aquella ciudad bulliciosa, caótica, sucia y pintoresca, guardaba además otros encantos de los cuales era difícil no enamorarse.


Nick iba absorto con el paisaje que corría tras las ventanillas del coche, mientras Tonino le ponía al día con las novedades familiares y le daba todo lujo de detalles sobre los preparativos de su boda con Isabella, su novia de toda la vida.

Notó que su teléfono vibraba en el bolsillo de su chaqueta y lo sacó para chequearlo.
Era un mensaje de Mary, la chica que le ayudaba a mantener su piso en relativo orden.

-Nick, un mensajero acaba de traer un sobre para ti. Viene con carácter urgente pero no tiene remitente, ¿quieres que haga algo con él?

Un sobre..., no esperaba nada, o sí...
Buscó en su cartera la nota, la desdobló y volvió a leer.

"No siempre en el amor y en la guerra vale todo. La banda de Xiao Jiu Wu tiene retenida a la "Reina".

Usted pone el precio. Mañana le llegará un sobre con el listado de los agentes colaboradores. Q."

Ese sobre debía ser del que hablaba la nota. Pero, ¿cómo sabía ella la dirección de su domicilio personal?.
Dudó durante unos segundo y volvió a coger su teléfono para contestar a Mary con otro mensaje.

- Gracias Mary. Tranquila, déjalo en el primer cajón del escritorio. Volveré en un par de días. Un abrazo.

Seguía tan concentrado en la pantalla del teléfono que no se percató de que estaban entrando en el garaje de la casa familiar hasta que la oscuridad lo inundó todo.
Cogió su bolsa de mano y se dirigieron hacía el ascensor que daba acceso a la primera planta de la vivienda.


Después de los saludos, los abrazos, los besos, las risas. Nick acompañó a Giuseppe a su biblioteca para charlar de una forma más tranquila y privada.

De camino a la biblioteca Nick no pudo evitar echar de menos a Luciana.
Helena le comentó que Luciana había tenido que marcharse a Capri para resolver unos asuntos sobre sus negocios.
Le explicó que Luciana había abierto un par de tiendas de souvenirs para turistas en la bella isla y habitualmente tenía que viajar allí, pero que esperaban que regresara en un par de días.

Quizá el tiempo suficiente para que no se encontraran allí, pensó Nick con cierto escozor.


"El Napolitano" se acomodaba en su viejo sillón mientras Nick cerraba la puerta de la biblioteca tras de si. Después tomó asiento frente a su viejo amigo y ambos se miraron unos segundos en silencio.

En los ojos de Giuseppe se adivinaba cierta chispa divertida y es que aquel asunto "de trabajo" de Nick le resultaba tremendamente curioso.

Giuseppe levantó ambas manos de los brazos del sillón y las dejó caer nuevamente sobre ellos.

- Bien querido Nick, cuentame, ¿en qué puedo ayudarte?

Nick, sacó su cartera y de ella la nota de la misteriosa "Sra. Q", la desdobló y se la entregó a Giuseppe.

- ¿Qué opinas de esto, Giuseppe?

Después de leer la nota, Giuseppe levantó la vista y la chispa divertida de sus ojos se había esfumado.

- ¿En qué andas metido, Nick?
- De momento no lo sé. Acaban de contratar mis servicios pero tengo poca información.
Por eso he venido. ¿Qué me puedes contar de la banda de Xiao Jiu Wu? y sobre todo, ¿sabes a quién o qué se refiere con eso de "la Reina"?
- Lo que sé es que no te conviene relacionarte con la banda de Xiao... - dudó unos segundo y prosiguió- ... sobre todo trafican con obras de arte.
- Bueno Giuseppe, eso no me preocupa. Tú también te mueves en ese mundo desde hace años.
- No Nick, ellos le dan salida a otro tipo de "objetos de arte"- Nick notó que mientras Giuseppe terminaba la frase, se revolvia incómodo en su viejo sillón.
- ¿A qué objetos te refieres Giuseppe?
- Creeme Nick, es mejor que no tengas toda la información; es más, creo que deberías rechazar este trabajo.
- Me parece que es demasiado tarde para eso, acaba de llegarme a casa información sobre varios colaboradores. Ya estoy metido de lleno en el tema, así que te agradeceré cualquier información que me puedas dar sobre el tema.
- Está bien Nick, pero ándate con cuidado. Estás metiendo la caña en un río peligroso. Déjame que haga unas llamadas y veré que puedo averiguar al respecto.
- Gracias.
- ¿Por qué no subes mientras, te das una ducha y te pones algo más cómodo?, Teté servirá la cena en breve- dijo mirando su reloj de bolsillo.
- Me parece una idea estupenda, estoy deseando probar ese guiso de carne que perfuma la cocina- le guiñó un ojo a su viejo amigo, se dio la vuelta y se marchó de la biblioteca.


Después de ducharse y cambiarse de ropa, Nick bajó al comedor donde ya se encontraba Giuseppe presidiendo la mesa.
Estaba solo y todavía se escuchaban los gritos alborotadores de los niños con sus juegos en el jardín.

- Siéntate a mi lado Nick, hoy puedes ocupar el lugar de Nana, ¿sabes que no está, verdad?
- Lo sé, me ha dicho Helena que estaba en Capri haciendo gestiones sobre los negocios.
- Sí, eso dijo diez minutos después de enterarse de que tú habías tomado un vuelo hacia aquí. Mujeres...
 Nick, prefirió no comentar nada. No quería hablar de Luciana, así que cambió de tema.

- Dime Giuseppe, ¿has averiguado algo?
- Sí, pero no sé si te podrá servir de ayuda. Uno de mis contactos me acaba de enviar el siguiente mensaje, a través de Tonino.- y Giuseppe alargó la mano para entregarle una nota a Nick - Adelante Nick, leela.

" Hay revuelo en los muelles de Shanghai, parece ser que han cambiado el horario y la ruta de uno de los cargueros sin avisar, afectando todo el tráfico marítimo por causas desconocidas. No he podido averiguar gran cosa pero los marineros hablan con reverencia y cierto temor del camarote 10544."

Nick levantó la mirada y se encontró con los ojos de "el Napolitano". Buscó en ellos alguna pista, alguna respuesta, pero solo pudo reconocer algo que le confundió aun más. En los ojos del viejo Giuseppe había... temor.


Continuará...


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