"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

jueves, 26 de enero de 2012

Los miedos de Boliche (dejamos las clases de música)


Los que seguís el blog fielmente sabéis de algunos miedos, muchos ya superados, de Boliche.


A día de hoy tenemos que enfrentarnos al que más problemas no está dando.

Cuando le daban miedo los payasos, todo se podía arreglar evitando los circos, por ejemplo. Aunque también es cierto que tuvimos una época en que nos perseguían. Nada que no se pueda arreglar contratando un par de mata-payasos en algún barrio chungueti de la capital.

En teoría, ahora debería ser más fácil explicar ciertas cosas y así poder quitar importancia a dudas y miedos que se puedan presentar.
Pero lo cierto es que me he quedado un poco descuadrada.

A Boliche desde siempre le dan mucho miedo los ruidos fuertes, cuando explota un globo, los cohetes, la música muy alta o cuando cambia bruscamente de un volumen bajo a un volumen alto y ruidos de ese tipo.
Además, como el niño es "cagaito y pintaito" a mí, hasta en estas cosas de ser tan asustadizo ha salido a "la mamma".

Hemos intentado evitar o tranquilizarle cuando se dan algunas de las circunstancias que antes comentaba pero ultimamente la cosa se complica.
Hasta tal punto que vamos a dejar las clases de música.

Me da mucha pena pero lo que no quiero, bajo ningún concepto, es que le coja miedo o manía.
Ir a la academia de música debe ser un momento de diversión, de esparcimiento, con juegos, canciones, música, etc, y para Boliche no es así.

El martes de la semana pasada llegamos allí y ya no quiso ni entrar. Comenzó a llorar y no hubo forma de hacerle entender que no pasa nada y que allí se va a a disfrutar.

Este martes, cuando salio del cole le pregunté y estuvimos hablando un rato sobre el tema, pero él solo repetía que le daba miedo y no me explicaba el por qué.

El primer día que fue a la academia todo fue bien y se lo pasó pipa.
El segundo día, todo iba bien hasta que el profesor repartió silbatos y propuso que los 8 niños de la clase se pusieran a pitar.  Y ahí ya empezamos mal.
El tercer día, el profesor puso un cuento con música sobre un lobo y cada vez que aparecía el lobo en escena la música subía de volumen, etc. Bueno imaginaros, los típicos acompañamientos de una orquesta para dar intensidad al relato y esas cosas. La acabamos de fastidiar.
Desde ese día ya no ha querido volver a música.

El último día que entró, me tuvieron que avisar para que volviera (yo estaba en una tienda 3 portales más arriba mirando libros) y cuando llegué estaba llorando a todo llorar.

El martes que viene, le volveré a preguntar, pero ya sé que me va a decir que no. Así que avisaré a la academia de la situación para que nos den de baja.

Pero la cosa no queda aquí.
La semana pasada estuvimos viendo un espectáculo para niños y se pasó media función medio llorando. Menos mal que duraba poco y aguantó por que estábamos sentados en la primera fila y era un poco complicado salir de allí.

Bueno hasta ahí vale, pero es que luego hace cosas que me dejan loca.
Cuando estaba terminando la función, los protagonistas animaron a los niños a salir a bailar con ellos.
Yo le pregunté sabiendo creyendo que me iba a decir que "ni de coña", pero en lugar de eso, me dice que sí y se lanza a la zona donde estaban los actores a bailar con ellos el solo.
No lo entiendo, que alguien me lo explique, por favor.

Y ayer para terminar de rizar el rizo, cuando fui a buscar a Boli al cole, me dice su profesora que cuando estaban haciendo psicomotricidad les puso música para hacer los ejercicios y que Boliche se asustó y estuvo llorando bastante rato.
Me comentó algo de que era la historia de un león y que era en piano.
Había bastantes padres y me lo comentó deprisa y corriendo así que no sé si había otros sonidos, o era solo música y ella contaba alguna historia mientras los niños hacían ejercicios o como era la vaina pero el caso es que Boli no se lo tomó muy bien.

Le expliqué brevemente la relación Boli-ruidos y me dijo que de ahora en adelante la psicomotricidad la van a hacer siempre con música.
Entonces comenzamos una conversación, un dialogo... a comunicarnos en plan "I don´t understand hablemos por signos". Ella me puso cara de "pues a ver que haces" y claro, yo le puse cara de "y que quieres que haga?, que no le lleve al cole?" y ella me puso cara de "pues ya me contarás" y yo le puse cara de "pues habrá que ir viendo como se lo va tomando" y entonces ella para concluir nuestra peculiar forma de comunicación me dijo, "yo te aviso por si esta noche llora y tiene pesadillas..." y yo le dije "vale" y con cara de gilipollas me volví a marchar del colegio.

Es la... ya he perdido la cuenta de las veces que salgo del cole con cara de gilipollas, o al menos es la sensación que tengo.
Y eso es algo que me cabrea bastante porque me hace sentir torpe y confundida y esa sensación no me gusta. Me hace estar incómoda.
Pero es que es complicado hablar con la señorita mientras ella hace movimientos en modo "perro busca presas" para que no se le despiste ningún niño.
Mientras otros padres quieren saber si el niño se ha comido todo y ha dormido siesta, a pesar de que ya nos han dicho 40 veces que si no nos dicen nada es porque han comido bien y que además ella en la hora de la siesta no está porque es su hora de comer.
Mientras Boliche tira de mi mano para que salgamos ya a la calle.

Y mientras mientras mientras, yo sigo esperando para que me llamen para la tutoría de Boliche y veo que llega el día en que su seño se coja la baja porque está embarazada (y no creo que tarde) y entonces quizá la tutoría me la de otro profesor/a que, como mucho con un poco de suerte, sepa como se llama Boliche.

Vale, no me quiero poner negativa, pero este tema me jode bastante.
Como podéis imaginaros no me gusta ver a Boliche pasarlo mal y algunas personas tampoco ayudan mucho con comentarios como "por eso no se llora", "eso es de cobardes", "ya eres mayor para ser tan miedica" y demás lindezas.

No sé, alguna vez he pensado que quizá esto venga de una vez que Boli tenía 5 o 6 meses. Una tarde íbamos por la calle y él iba dormidito en tu silla. De pronto un camión de bomberos pasó a 2 metros de nosotros con las sirenas puestas y Boli se llevó un susto de muerte. Puso una cara de pánico que no creo que se me olvide en la vida.
El papa de Boliche dice que no cree que sea por eso, y yo tampoco estoy segura. Además, aunque así fuera, de poco nos iba a servir para solventar el problema actual, porque la terapia de choque encerrándole en un parque de bomberos con todas las sirenas a tope de power, no es una opción.

Yo creo que esto es algo que irá mejorando según él vaya creciendo. Que es pasajero y que su madurez irá solucionando todo.
Pero no se me ocurre como podría ayudarle, además de no forzarle con determinadas cosas, nosotros en casa tenemos música de todo tipo (incluida clásica y heavy) puesta muchas horas al día porque nos gusta escucharla mientras hacemos cosas o simplemente nos ponemos a bailar.
Estoy segura de que no tiene nada que ver con la música, sino más concretamente con los ruidos fuertes, así que estamos un poco perdidos.

De momento, he pensado en ir a alguna librería a buscar algún cuento que me pueda echar un cable con el tema, porque está visto que las explicaciones que yo le doy no le están ayudando mucho.
Y si no encuentro nada que me guste, pues tendré que estrujarme el coco e inventarme yo algún cuento y/o juego.

¿Alguna idea?



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