"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

jueves, 10 de junio de 2010

We love Patri

Después de la mierdabajamaternal que hay en este país, tocaba volver al curro.
Cuando el boliche cumplió sus tres preciosos y llorones meses de vida a mí ya me empezó a entrar la temblaera de piernas.
Como el boliche nació en diciembre, en casa decidimos que intentaríamos arreglárnoslas como pudiéramos con mis padres, mis suegros y mi esposísimo para no llevarle a la guardería hasta que comenzara el nuevo curso, en septiembre.
Incluso yo me lo hubiera podido traer algún día al curro si el nenu hubiera sido más tranquilín y no le asomara por la garganta la cabeza de Rob Halford cada 10 minutos (maldito celador!). Pero bueno así ha venido y hay que quererle igual.



A mediados de abril me tocó la reincorporación. Me mentalicé de que hay cosas peores en la vida y que recientemente habíamos vivido en la familia 2 grandes pérdidas y que debía comportarme y aguantar estoicamente como han hecho miles de madres a lo largo de la historia. Pero llegado el día, no aguanté la presión y lloré como un niño perdido en un supermercado.

Gracias a mi jefe, que se tiró el rollo, yo creo que por sentirse culpable por la defenestración de la que había sido objeto, me dejo cambiar el horario y entrar a las 12.00 de la mañana. Entonces antes de irme a trabajar le dejaba el boliche a mi madre y me iba a currar.

El primer día fue horrible. No podía aguantar las lágrimas y eso que lo dejaba con mi madre que es mi segundo “yo”. Mi madre me decía, pero hija si va a estar bien, no te preocupes.
Y yo sabía que iba a estar bien, exactamente igual de bien que conmigo pero sin la teta. Pero yo no lloraba por eso. Lloraba porque me tenía que separar de él. Llevábamos casi 4 meses las 24 horas del día juntos. Que penita, madre!. Ya se que puede parecer una gilipollez y seguramente no es para tanto pero oye, si os contara otra cosa mentiría.

Por eso no pude entender en su momento ni ahora tampoco como una amiga mía se fue a la playa 8 días y dejó a su hijo con su abuela cuando tenía 4 meses porque necesitaba descansar. Y yo pensé, ostia! (perdón) pues si necesitas descansar ya cuando tenga 10 años te tendrán que ingresar en una residencia maja. Pero bueno, cada cual con su vida que haga lo que quiera. Como lógicamente no me preguntó lo que yo opinaba al respecto pues me lo reservo para mí.

Pero el tema es otro. Esos primeros días en el trabajo fueron muy mal, no podía dejar de pensar en el boliche. Tenía una sensación horrible y encima no sólo yo estaba mal sino que también me dediqué a tocarle las narices a mi pobre madre, llamándola cada hora. Es una bendita. Yo en su lugar me hubiera mandado a la mierda a la 3ª llamada.
Otros días se quedaban mis suegros con él, pero las menos veces, entre otras cosas porque tenían que venir desde el pueblo y no era plan tenerles todo el día de acá pa’ lla.
Así fuimos apañándonos hasta finales de julio que me pude yo coger las vacaciones.

Luego llegó septiembre y el periodo de adaptación, que en realidad no se si ese periodo es para que se adapte el niño o la madre. Que pesadilla.
Yo le dejaba por la mañana y le recogía su padre un par de horas después.
Resultado: el boliche estuvo 10 días que sólo quería estar con su padre, SU SALVADOR!!!, será desagradecido el jodío niño!!!!!.
Yo llorando por las esquinas, pendiente de él los 1440 minutos que tiene el día, desde que nació y porque le dejo en la guardería unos días me veo repudiada por mi propio hijo. Ay!, esto de ser madre que mal pagao está, coñe.
Eso si, por la noche teta-teta-teta. Ja!, pues ahora que te la de tu padre, a ver como os apañáis…
Esto duró hasta que a mediados de septiembre le dejamos ya el horario completo, desde las 9 a las 16.30. Ahí llegó lo jodido. Estuve 15 días con las gafas de sol puestas para que no viera nadie que me iba de allí llorando.
Eso de dejarle llorando, mirándome con cara de mamaporfavornomeabandones, con unos lagrimones que pa’ que os cuento, es que lo llevaba fatal.
La verdad que fue duro, sobre todo porque no sabes como se va adaptar, ni como le van a tratar porque no conoces de nada a esas tías con las que se queda, además era de los pequeños y encima el boliche ya sabéis lo lloroncete que es…

……….y si se pone malo………..y si le cogen manía…………y si se atraganta con algo y no se enteran…………y si para que se calle le meten en un cuarto oscuro…….y si las profesoras en realidad son alienígenas………..y si algún niño se lleva la máquina de tatuar de su padre y le hace un tatuaje (bueno si pone amor de madre, no vamos mal)……

Teta reina, creo que estás empezando a desvariar, sí, sí ya lo sé pero es que es mi niño, mi bebe, mi bolichín, que queréis?, es muy duro!. Ya se que hay cosas peores pero a mi en ese momento eso no me consolaba. Será que soy una tonta…

En la actualidad, pasados 9 meses desde que empezó en la escuela, el boliche se queda tan feliz, está enamorado de su seño Patri, y se lo pasa pipa con sus compis. Come y duerme mejor que en casa. Algún día ha venido con alguna herida de guerra pero nada que no se cure con un beso de mamá y un poco de Arnidol.

Hace un par de semanas me dieron una alegría tremenda cuando su seño me dijo que el curso que viene el boliche seguirá con ella.
En la escuela tienen esa política. Cogen un año a los más pequeños y el siguiente siguen con ellos y cuando acaban vuelven a coger a los nuevos más pequeños. Algo que me parece genial, porque después de las vacaciones vuelven a la misma rutina y sólo les cuesta un par de días adaptarse, sobre todo a los horarios, porque ya lo conocen todo.
Si hubiera cambio de educadora sería un poco más complicado, creo yo, porque los niños se tienen que adaptar a ella y ella a todos los niños. Patri como ya los conoce a todos pues eso que llevan ganado.


Además Patricia es una tía estupenda, al principio reconozco que me tenía un poco confundida. Es una chica joven más o menos de mi edad y es un poco tímida y reservada. Lleva sólo 2 años en la escuela y al principio hablábamos muy poco. Después de este tiempo me he dado cuenta de que es la mejor educadora que podía tener. Quiere mucho al boliche y el a ella. Se les nota. Tienen feeling. Y he confirmado que no es Diana la de “V” porque le he pellizcado y no se le quita la piel. Así que todo OK.

En alguna ocasión cuando lo he comentado con alguna amiga, me han preguntado si no siento celos de que se quieran tanto y yo la verdad que nunca me lo he planteado.
A mi me hace inmensamente feliz que el boliche quiera tanto a su seño, no veáis la tranquilidad que me da saber que está con alguien que se preocupa por él y le tiene cariño y que ese sentimiento es recíproco. Si el boliche está bien, la Teta reina está bien. Por lo tanto en casa todos somos fans de Patri.

Así que este año no vamos a pedir plaza en las guarderías públicas, seguiremos fieles a Patri. Ya nos arreglaremos como podamos. A ver si hay suerte y nos conceden la ayuda del cheque guardería, si con esto de la crisis no se lo ventilan también.
Al final con el cheque guardería que da nuestra comunidad viene a salir más o menos lo mismo que la plaza pública. Pero ese tema será otra historia, que ya os contaré.



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