"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Me lo pido! (y alguna que otra frase de Boliche)

Me encantan las conversaciones y las salidas de Boliche. 
A veces me deja de piedra y otras no puedo parar de reír. No solo por lo que dice, la mayoría de las veces no es por el "que" sino por el "como" lo dice.

Anoche por ejemplo, estábamos en la cama y nos pusimos a ver fotos en el móvil y salieron unas de cuando él era bebé. Las ve y dice todo emocionado, "es Boliche!, mira cuando era bebé, que moooooonoooooo". Jajajajajajaja, estaba yo bostezando en ese momento y casi me atraganto de la carcajada que me salió (habeis probado alguna vez a bostezar y carcajearos a la vez, bien, pues no lo hagáis, aviso).

Está semana Boliche, ha estado dos días en casa porque el martes y el miércoles tenía una tos horrible, bueno más que horrible era constante. No paraba de toser ni cuando hablaba. Fatal. El caso es que el primer día que se quedó en casa, se quedó con su padre y por la mañana mientras desayunaba se puso a ver un rato el DVD de Miliki. Hay una escena en que Miliki se saca una china del zapato y empieza a hacer aspavientos porque se le cae en el pie (seguro que muchos sabéis a que escena me refiero), y eso a Boliche le hace mucha gracia, bueno pues le dice su padre, "Jo, Miliki está tururú", y le dice Boliche: "Miliki no, papá, señor Miliki!"
Así que desde ese día, al Sr. Miliki, le tenemos más respeto, claro. Cualquiera le tutea...

Los momento en la cama cuando se va a dormir son los mejores, lo reconozco. Me lo paso pipa con él y con sus conversaciones.
Esta semana hemos recibido el catalogo de una juguetería muy conocida y hemos cambiado el cuento de por la noche por el catálogo. Le gusta ver los juguetes y preguntar que hacen o para que sirven.
Ya nos ha dejado claro que quiere la cocinita roja, porque la rosa es de chicas, el barco pirata, algún que otro puzzle y no sé que más.

Desde el primer momento le hemos explicado que no se puede pedir toooodos los juguetes, porque los Reyes y Papá Noel tiene que repartir para muchos niños, y él lo entiende y lo acepta; de hecho, se lo dice a todo el mundo con el que se encuentra "hay muchos niños y Papá Noel tiene que repartirlos", imaginaros la cara del que le escucha decir eso. Ahora Papá Noel se dedica a repartir niños!!! jajajajaja, es que a Boliche se le da de miedo sintetizar los temas.
El problema que tenemos ahora con los regalos, es que en cosa de poco más de 15 días, Boliche se encuentra con su cumple, Papá Noel y los Reyes, así que por mucho que le digas ( y él entienda) que hay que pedir pocas cosas, los regalos que van a llegar son más de los necesarios y de los que a su padre y a mí nos gustaría. Eso por no hablar de la lucha que debemos librar con los abuelos para que se controlen...

Recuerdo cuando yo era pequeña y llegaba la navidad. A mí me pasaba igual que a Boli, porque yo nací el día 22 de diciembre, así que me pasaba el año entero sin un triste regalo y llegaba navidad y ... halaaaa!, todos de golpe, no es que fueran muchos, pero los que eran venían todos de la mano.

Aunque el nivel de vida era diferente, la situación era muy parecida a la de ahora. Nosotros no recibíamos catálogos de jugueterías, ni teníamos tarjeta cliente y esas cosas pero sí teníamos televisión y yo me podía pasar todos los anuncios que emitían durante Barrio Sésamo (que era lo único que me dejaban ver, además de la Bola de Cristal) diciendo de carrerilla, sin tragar saliva y casi sin coger aire el famoso "me lo pido, me lo pido, me lo pido, me lo pido, me lo pido" según desfilaba un anuncio comercial tras otro.

Bien, efectivamente yo me lo pedía, pero de ahí a que me lo trajeran eso ya era otra película.

Lo que siempre caía, además de algún juguete, eran lápices, gomas, paquetes de folios, sacapuntas, etc etc etc, aquello provocó dos cosas que me marcarían. Una, que yo pensara que los Reyes Magos tenían una papelería, de eso no cabía duda, y la segunda, años después he comprendido de donde me viene a mí lo de quedarme atontada delante de los escaparates de las papelerías librerías.
Cerca de mi casa hay una papelería muy antigua que tiene unos muebles muy altos con miles de cajones de madera vieja llenos de todo lo que os podáis imaginar "papelerilmente" hablando y que me hacen entrar en trance cada vez que paso a comprar algo.
Siempre digo que si me tocara la lotería, además de viajar, me pondría un negocio. Sí, una librería papelería de estilo antiguo, para llenarla de libros, papeles, libretas y sobres de todas la formas y colores.

Pero me estoy desviando del tema, como decía, yo me lo pedía todo, todo y todo, pero los sabios y humildes Reyes Magos, me traían lo que querían y/o podían.

La diferencia más notable para mí en este aspecto es que ahora, no solo cargamos a lo niños con regalos que la mayoría de las veces se quedan muertos de risa y nuevos en cualquier rincón, sino que además, no se conforman con cualquier cosa, como hacía yo con mis gomas de borrar y mis lápices.

Y es precisamente ahí donde no quiero fallar. Se que nos va a costar porque nos movemos en un mundo inconformista y con ansia de tener siempre "lo más y mejor" pero también creo que se puede conseguir. Creo que es super importante valorar las cosas y me parece que eso es algo que se está perdiendo con tanto regalo a granel.

Para empezar, voy a tirar de las costumbres familiares que más me gustaban y emocionaban en esta época, porque al final, ¿en qué se convertirá la navidad?, ¿en unas fechas donde lo más importante son los regalos?. No, me niego en redondo.

Una de las costumbres que más me gustaban de pequeña y que cuando nos hicimos mayores se perdió, era quizá la más divertida y bonita. La "ceremonia del árbol de navidad".
En casa nos juntábamos los primos para ayudar a mi madre a poner el árbol y decorar la casa. Y como nos lo pasábamos... peleándonos por sacar las bolas, peleándonos por sacar las cintas, peleándonos por ver quien ponía la estrella en lo alto del árbol..., sí que pasa? nos peleábamos por todo, pero es que los primos están para eso, no?


Así que este año, he decidido invitar a los primos de Boliche para que se peleen ellos esta vez por ayudarme a mí a poner el árbol, a poner las bolas, las luces  y a que compitan a ver quien decora la galleta más chula. Eso sí, al igual que mi madre, la que colocará la estrella en lo alto del árbol seré yo y cuando me pregunten por qué yo y no ellos, les diré lo mismo que nos decía siempre a nosotros mi madre llegado ese momento, "Cuando seas padre comerás huevos"

Feliz fin de semana.



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