"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

jueves, 15 de julio de 2010

¿Manías o algo más?

Seguro que muchos de vosotros habéis visto la película ganadora de 2 Oscars y 3 Globos de oro que fue protagonizada por Jack Nicholson y Helen Hunt, entre otros, y que lleva por título, Mejor Imposible (As good as it gets).

La comedia retrata la vida de Melvin, un escritor obsesivo y maniático que no se conforma con vivir amargado sino que además, pretende amargar la vida a sus vecinos y cuantos le rodean siendo un desagradable y un desagradecido. Osea, un auténtico capullo.
Me encanta como trabaja Jack Nicholson en todas sus películas y esa cara de loco que tiene todavía consigue dar más credibilidad al personaje de la que hoy os comento.

Pero ahora voy a centrarme, sobre todo, en esas manías que mostraba el personaje al que da vida mi querido Jack N., como por ejemplo comer en restaurantes con cubiertos que él mismo llevaba, ir andando por la acera sin pisar las rallas de los baldosines, cerrar el cerrojo de la puerta 20 veces y ese tipo de cosas, que realmente no son manías sino que denotan claramente un trastorno obsesivo compulsivo.

Esta película me hizo ver lo fina que es la línea que separa las típicas manías de un trastorno obsesivo.

Yo no soy de las que se lavan las manos durante 40 minutos (conozco algún caso así), ni se pasa el cepillo del pelo 20 veces por la izquierda y 20 veces por la derecha ni de las que se tiene que tomar el café de 33 sorbos exactamente, pero a lo largo de mi vida si he llegado a desarrollar manías que quizá con el tiempo hubiesen podido acabar en este grupo de trastornos.
A día de hoy, por suerte, ya lo tengo bastante controlado.
Desde que nació boliche no he vuelto a hacer ninguna de esas tonterías. Miento. Hay una que sigo haciendo pero que lo hago precisamente como prevención a no caer otra vez en los errores del pasado.

Os voy a poner algún ejemplo.

Antes cuando me iba a la cama me ponía el despertador para el día siguiente .El despertador era de los que tiene un botón que se levanta y cuando llega la hora seleccionada tienes que apretarlo para que se quede abajo, ¿vale?, hasta ahí bien. El problema venía cuando tenía que comprobar que el botoncito dichoso seguía en la posición de arriba 7 u 8 veces. En la oscuridad palpaba con la mano el botón y notaba que efectivamente, estaba para arriba, pero a los 2 minutos tenía que volver a hacerlo. Y así varias veces.
Ahora que ya no hago ese tipo de gilipolleces me pregunto que era lo que me pasaba por la cabeza en esos momentos, ¿pánico a dormirme y llegar tarde al trabajo?, o ¿la semilla de un trastorno?.

Otro ejemplo, ¿alguna vez os habéis tenido que volver a casa estando ya en la calle porque no recordáis si habéis cerrado la puerta con llave?. Yo he perdido la cuenta de las veces.
Esta es la que os comentaba antes que todavía está coleando.
¿Mi truco?, cuando salgo de casa me concentro en la acción de cerrar la puerta y cuento mentalmente las vueltas que voy dando al cerrojo, clin-una, clin-dos, clin-tres y clin-cuatro.
Hace años cuando salía de casa iba siempre pensando en alguna cosa, importante o no, daba igual, el caso es que llegaba a la calle y decía ¿he cerrado con llave?, jooooooooooder…!!! Y otra vez pa’rriba. ¿Despiste? o ¿la semilla de un trastorno?.

Estas son las que yo considero más importantes y más puñeteras. Pero luego tengo otras, que si considero que son realmente tonterías. Por ejemplo:

- Empezar a leer el periódico por la última página.
- Tomarme un vaso de leche siempre que como algo de chorizo.
- Hacerme 2 nudos más después del lazo simple cuando me pongo unas zapatillas.
- Comprar productos en el extranjero para probar en casa y que luego acaban en la basura porque se han pasado de fecha
- No ponerme el despertador a una hora en punto; es decir, puede ser a las 07.55 o a las 08.05, pero nunca a las 08.00

Y alguna más que ahora no recuerdo o sí, pero que no quiero asustaros con una lista interminable.

Pero bueno, como os decía, por suerte, las más delicadas están bajo control, yo creo que porque desde que nació boliche ya no tengo tiempo para perderlo en esas chorradas, pero si hubiera seguido por ese camino, igual me había visto como el prota de la peli, caminando por la calle dando saltitos para no pisar las rallas.

Por favor, decidme que vosotros también tenéis alguna manía oculta.

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