"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

lunes, 28 de febrero de 2011

La Teta Reina se prejubila (2ª parte)

Todo empezó hace muchos meses.
En primavera del año pasado, viví los peores momentos de mi vida en lo que se refiere a mi estado de salud.

Tengo psoriasis desde los veinte años pero solo tenía un par de placas en los codos y así se mantuvieron hasta que me quedé embarazada.
Contrariamente, esta enfermedad suele desaparecer o mejorar considerablemente durante el embarazo.
Pero yo que soy el espíritu de la contradicción, hasta en eso tuve que ir en contra de lo común.
Mi psoriasis empezó a empeorar, pero iba despacio.

Pensé que mejoraría cuando diera a luz, pero no. Cada vez iba a peor hasta que en el invierno del 2009-2010 la cosa ya se descontroló totalmente.

Sufrí un brote fortísimo.
Algo fuera de lo normal. No había en mi cuerpo una zona de 5 cms libre de las placas a excepción de la cara, las palmas de las manos y de los pies. Fue horrible. Parecía un monstruo. O al menos así me veía yo.
El acomplejamiento hizo su aparición y casi no quería ni salir de casa.

Los picores eran horribles. Inaguantables. Sobre todo por la noche.
Tenía que levantarme de madrugada a darme duchas de agua fría porque era lo único que me calmaba algo.

Estuve de médicos, después de esperar para la cita del especialista casi 2 meses. Y poca solución me dieron.
Eso sí, cualquiera de ellas, conllevaba quitar el pecho a Boliche. Salvo los Rayos PUVA.

Así que me di 20 sesiones de rayos pero aquello no mejoraba, yo creo que incluso estaba peor.

Un día en el trabajo, después de llevar casi una hora de pie porque no me podía sentar, me derrumbe emocionalmente.
Me fui llorando y desquiciada a mi médica de cabecera que cuando me vio lo único que supo hacer fue echarse las manos a la cabeza y mandarme al hospital de urgencias y con la baja laboral en la mano.

En el hospital tuve la suerte de dar con una dermatóloga que solo pasaba consulta 2 días en semana y que al parecer era una de las mejores en el tema.
Me dijo que me pondría en tratamiento con un medicamento que estaba dando muy buenos resultados pero que tenía que quitarle el pecho a Boliche en 15 días máximo. Mientras me aguantaría con corticoides, pero en 2 semanas tenía que empezar sí o sí.

Salí de allí peor que entré. Y podéis pensar que es una estupidez, que mi salud es lo primero y todas esas cosas y sí, es cierto pero yo no estaba preparada para destetar a Boliche porque él no estaba preparado en absoluto.
Y lo peor de todo es que tampoco me dio ninguna razón, “solo es por prevenir”, “total si ya tiene más de un año”.

Ya, pero es que si no es necesario porque se lo voy tener que quitar.
Por supuesto, soy la primera persona interesada en el bienestar de mi hijo y no le permito a nadie que lo ponga en duda. Y precisamente por eso, yo quería informarme de los riesgos que podría conllevar el tratamiento en caso de seguir con el pecho.
Algo que creo también es responsabilidad de mi dermatóloga. ¿O es que ahora los médicos solo diagnostican y se acabo el tema?.
Yo creo que su responsabilidad va más allá.
Igual que un profesor no solo debe educar sino observar y valorar le entorno del alumno.
¿Sería correcto que un profesor mantuviera los ojos cerrados a un posible maltrato a un alumno en su casa, solo por el hecho de que su deber es solo el de educar?

Pues en este caso yo lo veo igual.

Si mi dermatóloga sabe que yo no quiero quitarle el pecho a mi hijo, ¿por qué no se molesta en averiguar si ese medicamento es compatible con la lactancia materna?

¿No sería para ella más fácil que para mi?

Y más sabiendo que el estado emocional del paciente influye sustancialmente en el desarrollo de la enfermedad.
Entonces si para mí va a ser complicado el hecho de quitar el pecho a mi hijo, ¿por qué no se preocupa de ver si es viable o si hay algún tratamiento alternativo?

No, lo más fácil es abreviar y no buscarse complicaciones.

Así que de la consulta salí con el ánimo por los suelos. Pensando como haría para destetar a Boliche en 15 días y pasarlo lo menos mal posible.

Esa noche tuve que darle el primer biberón a Boliche con todo el dolor de mi corazón al ver que él no lo quería y lloraba por la teta. ¡Que mal lo pasamos!.
Pensé en quitarle 2 tomas la primera semana y el resto la segunda. Me parecía tan poco tiempo el que tenía…

Pero yo que seguía erre que erre con el mismo tema, me negaba a aceptar esa realidad, así que (gracias otra vez a mi cabezonería y al apoyo de mi marido) me puse a buscar información sobre el tema.

Escribí a Dr. Carlos González y le pedí ayuda. Esa fue la primera vez que contactamos y desde entonces no ha sido más que una ayuda imprescindible para mí. Y por eso le estaré eternamente agradecida.
Me dijo que el no veía problema ninguno por seguir con la lactancia y el tratamiento propuesto y me remitió a alguna web y al Hospital de Denia (perteneciente a la iniciativa Amigo de los niños desde 1998)y además me envió varios estudios realizados de pruebas del medicamento en cuestión y de la compatibilidad con la lactancia.

En el Hospital de Denia conseguí hablar con el jefe de pediatría que me confirmó y explicó lo que en la web e-lactancia decía la respecto. Y me corroboró los datos que me había enviado el Dr. González.

Una luz de esperanza aparecía en el horizonte para nosotros.
Pero faltaba todavía una semana y yo le había quitado 2 tomas a Boliche.
No tenía intención de quitarle ninguna más pero tampoco me podía arriesgar a seguir con la teta y que luego la dermatóloga se negara a darme el tratamiento, porque lo que tenía claro era que iría con la verdad y ya veríamos que pasaba.
Y lo que tampoco podía hacer era quitarle el pecho de golpe, así que tiré por la calle de en medio.

Cuando llegó el día de la consulta, me presenté con una carpeta y toda la documentación que conseguí reunir.

Le expliqué todo a la dermatóloga y le pasé toda la información.
Eso sí, todo con un cuidado exquisito pues no quería que se molestara por “entrometerme y cuestionar su opinión”, no vaya a ser que se le hiera el orgullo a la doctora y la liemos más gorda.

Después de estar bastante rato leyéndose toda la documentación, me dijo que estaba de acuerdo y que podía seguir con el pecho.

¿Qué?, ¿Cómo?, ¿así de fácil?.

Sí. Ella solo me lo había recomendado para curarse en salud, vino a decir con sus explicaciones.

O_O

Y yo no sabía si reír o llorar.

Estaba feliz porque podría seguir dándole el pecho a mi hijo, pero estaba terriblemente enfadada con aquella mujer, ¡¡¡precisamente una mujer!!!, que le había importado una mierda que yo lo hubiera pasado francamente mal esos 15 días dándole vueltas al coco constantemente, buscando información por todas partes, estrujándome el cerebro buscando una solución favorable para nosotros.
Todo daba igual, ella solo quería salvar el culo de la manera más fácil, rápida y cómoda.

Muchos conocidos y/o amigos me preguntaban y algunos no llegaban a entender el por qué de mi obcecación. Incluso les parecía mal.
Y yo…, bueno yo, daba pocas explicaciones. Si no lo entendían poco podía hacer yo.
Es algo difícil de explicar. Se trata de luchar por un derecho.

Solo podía decir, SI LA SALUD DE MI HIJO PELIGRARA YO NO DUDARÍA NUNCA, JAMÁS LE PONDRÍA EN PELIGRO, pero si no es necesario ¿por qué voy a tener que dejar de hacer algo que mi hijo sigue necesitando?

¿Tan difícil de entender es eso?


Continuará…


P.D: Igual se va a pasar de extenso, pero no quiero dejarme nada en el tintero.
Quiero explicar detalladamente que y como han influido las acciones de otras personas en el destete de mi hijo.


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jueves, 24 de febrero de 2011

La Teta Reina se prejubila (1ª parte)

Cuando me quedé embarazada y comencé con las clases de preparación al parto, fue cuando empecé a ver más de cerca y a pensar más detenidamente en el tema de la lactancia materna.

-“Sí, bueno, si puedo le daré pecho, pero ya veremos”

No lo tenía nada claro. Mi madre casi no pudo darnos el pecho a ninguno y después de tantos años, tampoco me podría servir de gran ayuda.

El único testimonio con el que había contado, había sido el de una prima mía, que le había dado el pecho a su hijo, pero como vivimos bastante lejos, no pude conocer el proceso de cerca.
Sabía que las primeras semanas ella lo había pasado muy mal y que había sufrido muchos dolores, así que lo poco que sabía era que no tenía ni idea de si podría darle el pecho a mi hijo, pero en cualquier caso, “eso” dolía mucho, seguro.

La matrona que nos dio las clases de preparación, es una mujer prolactancia 100%, es más, en algunas ocasiones, me parecía que se pasaba un poco de radical (que cosas, cuantas vueltas da la vida), sobre todo de cara a que si había personas como mi hermana que no iban a poder dar el pecho por problemas físicos, ese tipo de comentarios les haría sentir fatal.

Después de oír todas sus charlas, yo seguía igual. Vamos que a mi eso de la teta, me sonaba súper chungo y doloroso y encima, yo tengo los pezones súper sensibles y me da grima que me roce cualquier cosa, así que cuando me ponía a pensar que mi hijo se iba a tener que enganchar de ahí, casi casi me daban hasta mareos (quien me lo iba a decir como acabaría la cosa…)

Cuando nació Boliche, me lo puse al pecho en cuanto pude, osea 8 horas después de la cesárea, que se dice pronto (por si alguien no lo ha leído y le apetece conocer como fue la odisea en el espacio o el también llamado, parto la burra).
Los primeros días no me dolió nada y ya estaba yo cantando victoria, pero por alguna extraña razón pasados 3 días la cosa empezó a torcerse.
Aquí me dieron varias teorías, pero no conseguí confirmar ninguna.

- Podía ser porque al ponerle una enfermera el chupete al día siguiente de nacer, Boliche se confundiera y la succión fuera incorrecta.
- Podía ser por una infección de hongos, pero como a nadie se le ocurrió, no me hicieron ninguna prueba.
- Podía ser, como me decía la pediatra porque Boliche estaba tanto tiempo al pecho (tomas de 1 hora) que el pezón se “maceraba”.
- Podía ser por una mala postura, aunque después de conseguir ver a mi matrona casi 3 semanas después de dar a luz porque estaba de vacaciones, ella pudo comprobar que mi postura era correcta.
- Podía ser, como me decían algunas amigas, porque el pecho tenía que acostumbrarse, que hacer callo, y que era normal que me doliera.

Podía ser por muchas cosas, aunque yo me inclino más por la teoría de los hongos y descarto otras muchas porque las considero una chorrada sin fundamento alguno.


En cualquier caso, como decía antes, fue una faena que mi matrona se cogiera las vacaciones en esas fechas, porque aunque parezca alucinante, nadie le hizo la sustitución y yo me vi, sola, desamparada y sin que nadie me pudiera echar una mano.

Desde mi más absoluta ignorancia, lo único que hacía era echarme kilos y kilos de Purelan en el pecho para soportar “algo” el dolor, pero no había nada que me calmara y mi frustración aumentaba por momentos.
Ni discos de gel frío, ni pezonera, nada de nada. Aquello no tenía arreglo.

La semana de Reyes, cuando Boliche tenía 19 días, aquello fue el acabose.
Se me hizo un agujerito en el pezón derecho y me salía sangre y leche a parte iguales. ¡Era horrible!.
Empecé a sacarme la leche de ese pecho con el sacaleches y se la daba en biberón y luego le daba del otro pecho de forma natural.

No se me olvidará un día que estaba sentada en el sofá de casa de mis padres en el pueblo y mientras Boliche mamaba, yo lloraba y mi madre con un klinex me secaba las lágrimas. Fue terrible. Menuda estampa.

Ahora lo recuerdo y todavía me emociono, porque lo pasé muy mal, porque me sentía sola, porque yo quería seguir dándole el pecho a mi hijo y veía que se lo iba a tener que quitar.
Y porque me sentía inútil y estúpida.
Como podía ser que aquello que llevaban haciendo miles y miles de años otras mujeres para mi resultara una tortura y algo imposible.
¿Que narices era lo que estaba haciendo mal?, ¿Por qué nadie podía ayudarme?

Cuando volví del pueblo, fui a ver a la matrona que ya había vuelto de sus vacaciones. Vio que mi postura era correcta y que tenía mucha leche (cosa que yo ya sabía porque mi hijo había cogido mucho peso esos días), pero no me pudo decir nada más.
Solo me dijo, “aguanta una semana más y me vienes a ver otra vez, que no hay mal que cien años dure”.
Ya, y como diría mi abuela, ...ni cabrón que lo resista.

Vaya ánimos. Que fácil se dice una semana. Cuando yo contaba las horas que me faltaban de una toma a otra porque era una tortura.
Mi marido me decía, “está llorando, tiene hambre” y yo le suplicaba, “por favor, aguántale 5 minutos, por favor, por favor”.
Así que aguantar una semana más no era ninguna tontería.

Creo que aquí influyó mucho, lo cabezota y terca que soy a veces. Porque yo quería con todas mis fuerzas que aquello saliera bien y me negaba a fracasar con algo que yo sentía que tenía que ser maravilloso, pero indudablemente, tampoco puedo afirmar con rotundidad cuanto tiempo hubiera aguantado en esa situación, seguramente no mucho más.
Por suerte, cuando esa semana estaba finalizando empecé a notar que me dolía un poco menos, y cada día la cosa iba mejorando de forma notable.

Diez días después, le estaba dando el pecho a Boliche, sin dolor alguno. Disfrutando como loca de algo grandioso y que por no sé que motivo se había torcido desde un comienzo.


Tanto me costó, tanto me dolió, tanto sufrí ese primer mes y tanto lo he disfrutado posteriormente con todo lo que me ha aportado, que creo que es fácil comprender porque me volví una defensora de la lactancia materna.
Y por encima de todo, por que he defendido mi derecho a seguir dando el pecho a mi hijo hasta que nos diera la gana y por que me da una gran tristeza decir que después de 15 días sin mamar, creo que ya puedo decir que Boliche "se ha destetado", al menos, en lo que entedemos como destete, a lo que alimentación se refiere.

Y lo digo con tristeza por dos razones.

La primera, porque aunque parezca una tontería siento como si se hubiera cortado un cordón umbilical invisible que todavía nos uniera.
Algo muy intimo y secreto entre Boliche y yo.
Algo solo nuestro.

Y la segunda y más importante porque, aunque el destete ha sido progresivo y para nada brusco, la razón de que haya llegado ya, ha tenido que ver con la intrusión del biberón en nuestras vidas.
Y este entrometimiento no ha sido por voluntad propia sino impuesto desde la ignorancia y el desinterés por salvaguardar la voluntad del paciente. Osea, la mía.


Continuará...

martes, 22 de febrero de 2011

El primer amor

Quien no se acuerda de su primer amor…
Que bonito, que tierno y que duro. A mi me rompió el corazón.

Mi primer amor hizo su aparición estelar cuando yo tenía… ¿5 años?, sí, creo que fue con 5 años, o igual fue con 4.
Fue antes de empezar el colegio, eso seguro, porque era un amiguito de la guardería, además de mi vecino. El del quinto.


Íbamos a la guardería juntos porque nuestra profesora era mi madre y claro nos llevaba a los dos.
Y me encantaba estar con él. Siempre me defendía de los demás, aunque a mi tampoco me hacía mucha falta.
Era el que ganaba todas las carreras y eso que llevaba zapatos ortopédicos de esos negros horribles que se llevaron por aquel entonces, por ahí por el 81, 82.
¿Os acordáis de esas botas tan feas?. Fue una suerte que aquello pasara de moda, porque eso podía marcarte de por vida. Sobre todo en el colegio de mayores.

Bueno, que me lío, por donde iba, ah! sí, por mi primer amor.
Que bonito!, ains!, que recuerdos me trae.

Me viene a la memoria, una vez que yo con 6 o 7 años, porque lo nuestro fue algo sólido, no vayáis a pensar que fue un aquí te pillo a aquí te mato, no, era serio y formal y nuestras familias se conocían, bueno vale que éramos vecinos y nuestro padres eran amigos, pero vamos que lo nuestro iba muy en serio.

Otra vez, que me voy por los cerros de Úbeda, por donde iba, ah!, sí, que tendría yo como 6 o 7 años y un día le escribí una carta a mi enamorado.

¡Qué carta!, puro sentimiento. Con corazoncitos de colores hechos con bolis de varios colores, y con un print de mis labios pintados con una barra de carmín que me dejó mi madre.
Vamos, una carta de amor en toda regla.

En la que explicaba con todo lujo de detalles mis sentimientos y la ilusión que me hacía ser su novia porque, yo sabía que en el bloque había alguna lagarta que me lo quería quitar, pero mi novio era mío y solo mío.

Como me daba vergüenza dársela y que la leyera delante de mí, aproveché cuando subíamos en el ascensor para dársela cuando paramos en mi planta y él tenía que seguir hasta la suya.

Saco la carta de mi cartera toda nerviosa se la doy y …, el muy capullo la tiró por el hueco del ascensor. ¡¡¡¡Será cabrón!!!!

Si es que todos los tíos son iguales. Si ya lo dice una tía abuela mía, “todos los hombres mean contra la pared”.

¡¡¡Pero que fuerrrrte!!!, yo que había estado toda la tarde del día anterior preparándola. Hasta le había echado unas gotas de mi súper colonia Chispas, -“¡tu primera colonia, chis-pas!”-, esa que guardaba como oro en paño y que confieso que todavía tengo guardada y con colonia que me queda y me encanta oler. Yo es que era del Club Chispas, sabéis. Seguro que por algún sitio tengo guardado el carnet...

Y sigo dispersándome.

A lo que iba, que ese día aprendí lo capullos que pueden ser los tíos y juré poniendo a dios por testigo que ningún capullo más volvería a tirar ninguna carta mía por el hueco del ascensor sin sufrir una cruel venganza ja-ja-ja-ja-ja

Osea, le perdoné.

Juer Teta, si es que eras pava y lo sigues siendo nena.

Pero es que Tito (por ponerle un nombre) era taaaaaan guapo. Que me entraba un gusanillo en el estómago cuando le veía que no podía estar enfadada con él.
Y eso que me pegué una buena tarde de llorar por el desprecio que me hizo con la carta.

Tan joven y ya con el corazón partío. Oooohhhhhh!!!!

Bueno me pude recuperar, gracias Dios, que no hubiera tenido gracia acabar como los gilipollas de Romeo y Julieta. Los dos al hoyo, no, de eso nada. Tonterías las justas.

Pero no creáis que acabó ahí la cosa, no. Seguimos de novios unos poquitos años más, más o menos hasta los diez años, hasta que el se mudó de pueblo y yo me quedé compuesta y sin novio.

¡Que vida tan dura, coño!

Sin novio pero con un amigo de por vida, eso sí.
Para mí su familia, es como si fuera de la mía. Es más, el año pasado estuve en su boda y hace 5 años, él estuvo en la mía.
Es un tío fantástico (a pesar del episodio de la carta, claro).

¿Y a que viene todo esto?, pues muy fácil. A que yo creo que mi Boliche se ha enamorado. Síp.
Se repite la historia.
Que precoz me ha salido este chico. La que le/nos espera…

Mi pequeño se ha enamorado de una amiguita de la escuela. O eso parece porque tenemos a Tita (por ponerle un nombre) hasta en la sopa. Además, por añadidura, Tita es la responsable de todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

Si se funde una bombilla en el descansillo de las escaleras…, ha sido Tita.
Si vamos a la escuela, cogemos el muñeco que sea… para enseñárselo a Tita.
Si canta una nueva canción…, se la ha enseñado Tita.
Si se da un golpe en casa y se hace pupa…, ha sido Tita.
Si se rompe algo en casa…, ha sido Tita.

El otro día coincidí con mi consuegra, uys!, perdón, quiero decir, con la madre de Tita. Y le hice la radiografía completa.
A ver, como viste, como habla, como anda, como, como, como…

Mmmmmm, no sé si me convence esa familia, tendré que utilizar mis contactos para pedir informes más detallados, penales, etc, ya sabéis, no vaya a ser que sean de la mafia o peor, del Real Madrid, que a mi marido le puede dar algo…

Y la niña, bueno vale, la niña es mona y tiene cara de angelito, pero de eso no hay que fiarse. Intentaré sonsacarle algo más de información a la seño.
Quiero saber si conoce de alguna relación anterior a la de mi Bolichín. A ver si ahora se va a echar de novia a una chicuela de esas de ideas ligeras. Una hippy!!!. De eso nada. Aquí la única hippy que entra en casa soy yo.

Uf!, estoy de Tita ya, hasta…, ¿serán los celos?
Ay!, madre, que me estoy poniendo celosa por una mocosa de 2 años!!!!

Pero es que la mujer más importante de la vida de Boliche, he sido yo siempre y ahora, Tita ha entrado en nuestras vidas y hace peligrar la estabilidad familiar.

Las lagartas siempre acechando, para quitarte a tu chico en cuanto te descuidas. Gggggggrrrrrr…

Bueno solo espero que si hay carta de amor de por medio, el coranzoncito de mi Boliche acabe bien parado, y no en caída libre por el hueco el ascensor.

Ays!, que duro es esto del amor.




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viernes, 18 de febrero de 2011

La próstata de mi profe


Paso todos los días por el colegio al que queremos llevar a Boliche el próximo curso. Si hay suerte.

Yo fui alumna de ese colegio durante 3 años y aunque el primer año fue durillo, los siguientes fueron estupendos.

Muchos días voy leyendo en el autobús y no me entero cuando paso por delante, pero si me doy cuenta me gusta observar cuando paso por allí como van las mamás, mayormente, a recoger a los niños. Y me trae muchos recuerdos.

Pienso como serán los comienzos de Boliche en ese colegio y siento un poco de miedo, para que negarlo. Y si no se adapta, y si le cogen manía, habremos desterrado el pañal, comerá mejor, hará amigos...
Ayer, mientras pensaba eso, recordé como fue cuando empecé yo allí.

Es un colegio de monjas y la que en ese momento fue mi tutora, era también la madre superiora. La Madre Florencia.
Tenía fama de ser un poco ogro pero conmigo no se pudo portar mejor. Realmente fue maravillosa. Y con ella tuve una de las anécdotas más graciosas de ese año.
Bueno graciosa me parece ahora, pero en su momento yo no le veía mucho la gracia, porque no entendía lo que yo misma estaba diciendo.

Debía ser de mis primeros días allí y recuerdo que estábamos en el patio.

La madre Florencia me estaba preguntando de que colegio venía, que tal eran mis antiguos profesores y mis compañeros, etc. En un momento dado, no recuerdo como salió el tema de mi antiguo tutor. Yo le explique que era un chico joven muy majo pero que ese año se había tenido que ir antes de acabar el curso.

Madre Florencia: Y porque se tuvo que ir, ¿le había pasado algo?

Teta: No, es que había pedido "próstata"

Madre Florencia : O_O ¿cómo?

Teta: Sí, es que había pedido "próstata" varios años para dar clases pero ese año ya no se la dieron y se tuvo que ir a hacer la mili.

Madre Florencia: Ah!!


Jajajajaja ¡¡prórroga!!, Teta, ¡¡prórroga!! jajajajaja

Que cosas me pasan, pero es que solo tenía 10 tiernos añitos, y de los de antes, que no es lo mismo que los 10 años de ahora. Los de ahora te dan 200.000 vueltas!!!

Todavía cuando me acuerdo, me pongo colorada de vergüenza. Eso sí, la monja se lo pasó pipa.


Feliz fin de semana.

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martes, 15 de febrero de 2011

Eso no se hace!


Este fin de semana ha sido bastante completito.

El sábado tuvimos comida en casa de unos amigos y lo pasamos genial.
Venía otra pareja de amigos que tiene un niño de 3 años y otro bebé de un mes.
Boliche se lo pasó en grande y calló en la cama totalmente desmayado.
Y el bebé…, bueno el bendito bebé se portó de maravilla todo el día.
Tomaba su teta, se quedaba frito y al carro a seguir durmiendo hasta la siguiente toma.
Daba igual que los gremlins estuvieran dando gritos por allí que ni se inmutaba.

Yo pensaba que era una leyenda urbana. Que esos bebés eran tan irreales como los cocodrilos de las alcantarillas de New York, pero va a ser que no. ¡EXISTEN!

La mamá sobre todo está encantada, claro, porque esto le permite poder atender al mayor más fácilmente e incluso descansar.
Además como el primero no fue precisamente así de bueno, todavía saber valorarlo aun más, si cabe.
Yo desde luego, me voy a pedir uno de esos para reyes, a ver si esta vez cuela.

El domingo, pasamos la mañana muy tranquila. Haciendo cosillas pero sin estresarnos mucho y por la tarde fuimos a una ludoteca porque Boliche estaba invitado a celebrar un cumpleaños.

No habíamos ido nunca a una ludoteca, pero sí le había echado el ojo a alguna por internet para ver como funcionaban.
El plan era estar un rato jugando en el parque de bolas, luego, hacer una actividad de manualidades, tomar una pequeña merienda y volver al parque de bolas a jugar otro rato.

Boliche se lo pasó muy bien. Aunque solo conocía al cumpleañero, estuvo todo el rato subiendo y bajando por las rampas y saltando en las colchonetas.
Se tiró una vez por el tobogán pero no le gustó porque desde el final de tobogán hasta el suelo había medio metro y claro el golpetazo al llegar al suelo era bien majete.
Imagino que eso está así pensado porque se supone que esa zona debe estar llena de bolas y claro el niño debería caer a la piscina de bolas, pero como solo había unas pocas bolas por ahí desperdigadas pues allí no había nada que amortiguara el golpe.
Una cutrez total y sobre todo un peligro para los niños.

La que no se lo pasó tan bien fui yo.
Solo conocía una mamá y aunque en principio para mí esto nunca ha sido un handicap porque yo me enrollo hasta con las piedras, el rollito que tenían no me gustaba ni un pelo.
Así que salí de allí un poco mosqueada.
Hubo varias cosas que no me gustaron pero lo que peor me pareció fue cuando una niña quería quitarle el juguete a otro niño y este para evitarlo le arreo un mordisco a la niña.
La niña va llorando a decirselo a la madre del nene mordedor y la madre en vez de decirle a su hijo que "ESO NO SE HACE", le dice a la niña, “ ¿y tú que le has hecho para que te mordiera?, a lo que la niña responde que quería quitarle el juguete y la mamá, le suelta, “es que hay que compartir los juguetes, cada uno un ratito”. Y se quedó más ancha que larga, la tía.

Yo no me lo podía creer. No solo no le dice a su hijo que eso que acaba de hacer no debe hacerlo, sino que encima, le dice a la niña como debe comportarse y que debe compartir. Tocate las bolas, Mariano!

Yo alucino en colores con algunas cosas, de verdad.
Ese tipo de cosas nunca me han gustado pero desde que sufro en mis propias carnes o mejor dicho, Boliche sufre en sus propias carnes ese tipo de conductas por parte de otros niños que han sido reforzadas con la actitud de sus padres, ya si que me llevan los demonios.

Mi hijo ni pega, ni se defiende. Es así de pavo.
Y cuando digo que no se defiende, no me refiero a que devuelva el golpe, no. Me refiero a que al menos se cubra con los brazos. Pero nada.

Lo he hablado con su profesora y me ha explicado que hay algunos niños que tiene la mano o la boca más floja y se les escapan los guantazos o los mordiscos y que cuando Boliche es objeto de algún zarpazo por ahí suelto, lo único que hace es llorar.
Claro, normal. Es que en casa siempre le hemos dicho que no se pega. Que eso está muy mal. Que va a hacer el niño.
Y soy consciente que algunos niños pegan o muerden aun insistiendo sus padres en erradicar ese comportamiento, pero los niños son así (aunque para eso están sus padres, para seguir trabajando en ello y evitar esas conductas).

Ahora ya, si tu hijo pega o muerde y encima tú no le corriges y le haces ver que no pasa nada y que está justificado su comportamiento, pues apaga y vámonos, imagínate que panorama. Todo el día repartiendo leches y/o bocaos a diestro y siniestro.
Y yo que sé lo que es eso, que lo he sufrido de pequeña con mis primos, pues maldita la gracia que me hace.

De que me sirve explicarle a mi hijo lo que está bien y lo que está mal, si luego se va a encontrar con situaciones así.
Con permiso de una de mis blogueras favorita, seguimos a contra corriente.





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viernes, 11 de febrero de 2011

Ideas fijas. No superamos la navidad.

Hasta en lo cabezota que es Boliche se parece a mi.
Como diría mi madre, "es cagao y pintao" a la madre que lo parió.

Esto de la cabezonería puede ser un defecto pero en algunas ocasiones también puede ser una virtud, no vayáis a creer.
Desde luego yo le estaré eternamente agradecida aunque solo sea en lo que a la teta se refiere.
Porque lo que me hizo seguir adelante cuando los principios fueron tan duros, fue mi cabezonería. Y si encima tengo a mi alrededor a alguien que me quiera desanimar con mi objetivo, pues mejor todavía porque más terca me pongo.

Seguro que esto se lo tengo que agradecer a la sangre que me corre por las venas, mitad asturiana y mitad alcarreña. ¡Menuda mezcla!

Debe ser por eso que Boliche ya apunta maneras, porque todavía lleva más sangre alcarreña que yo y eso se nota jajajaja

Ni se te ocurra ponerle el abrigo y no subirle la cremallera. Ni de coña. Aunque vaya a tener el abrigo lo que tarda en recorrer los 10 metros que separan el garaje del portal de casa.

Ni se te ocurra llevarle a lavarse los dientes sino es con la banqueta blanca y por supuesto no le bajes de ella sino es dando 2 super saltos.

Como diga que una tarde no quiere subir a casa de los abuelos, vete tú a saber por qué, ya puedes sacar toda la artillería pesada (Lacasitos incluidos) porque sino, no hay un dios que le haga cambiar de idea.

Y bueno, ya os podéis hacer una idea de como acaban algunas veces (no siempre, por suerte) esas escenitas cuando no se hace lo que Boliche dice, ¿verdad?

Estas navidades, le compré, un libro sobre Papá Noel, que es desplegable y en 3D, creo que se llaman Pop-up. Con la casa de PapáNoel, la fábrica de juguetes con los duendes, etc.
La verdad que el libro es super chulo.
Tan chulo, tan chulo, que hay que leerlo todas las noches. TODAS. Sin excepción.
No hay otra opción, ni Noddy, ni Caperucita, ni los 3 cerditos. Que no, que sólo puede ser el libro de Papá Noel. No hay quien le apee de la burra.

Vamos que me veo en pleno verano con un calor de justicia y leyendo el cuento de Papá Noel. Que vale que ahora no importa, pero estar en verano y ver al pobre hombre abrigado hasta arriba, con el gorro, las botas y esa barba tan poblada...

Uf!, solo de imaginármelo, ya me entran los sudores.

Está claro, no hemos superado la navidad.

Y os dejo más muestras de ello, sólo hay que ver que:

- Seguimos cantando el "ande ande la arí-orena" y "los peshe en el río" a cualquier hora del día.

- Que cualquier árbol que vemos un poco frondoso, es el árbol de navidad.

- Que cualquier señor que vemos y que tiene barba y/o bigote, es como Papá Noel.

- Que todos los regalos de los cumpleaños que tenemos de sus amiguitos/primos, son regalos de Papá Noel o los Reyes Magos.

- Que cualquier figurita de mujer de porcelana o barro que vemos en cualquier sitio es la virgen María.

- Que cualquier grúa que vemos es la grúa que sube los sacos de regalos de Papá Noel.

Y estamos casi a mediados de febrero...

Definitivamente no lo hemos superado. De nada ha servido que por una vez en la vida, fuera madrugadora y quitara el árbol de navidad el fin de semana después de Reyes.

Este verano, tendremos que sustituir la Barbacoa de Georgie Dann por "los peshe en el río", pero es que no me veo en el chiringuito de la playa bailándola. Además, que digo yo, si ni siquiera tiene coreografía, ¡¡¡por el amor de dios!!!

Y precisamente hablando de ideas fijas, no sabéis lo que me he reído viendo este vídeo de Youtube. Me viene al pelo con los niños y sus ideas fijas.
Aquí os dejo el making of que todavía es más gracioso que el anuncio, aunque merece la pena ver los dos.
Y quiero dedicárselo a Leia, porque en cuanto lo he empezado a ver lo primero que se me ha pasado por la cabeza ha sido a su pequeño Jedi. Igual ya lo has visto , pero aun así, seguro que te gusta volver a verlo. Como dicen en mi pueblo, "apapárate".

Es genial.




Feliz fin de semana a tod@s.


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miércoles, 9 de febrero de 2011

10 cosas que he aprendido de/con Boliche


El lunes leí en varios blogs de las mamás que leo habitualmente un propuesta que me pareció muy interesante.

Yo he cogido la idea de La mamá vaca y la foto también. Y voy a aprovechar porque me parece bonito y porque estoy muy perra ultimamente y me cuesta escribir.

Tengo mil ideas de las que hablar pero no se ni como enfocarlas, así que como ando algo espesa voy a aprovecharme de la idea.


Así que ahí va mis lista de algunas de las cosas que he aprendido de/con Boliche


1. He descubierto que hay un amor muy por encima de todo y que no conocía. Un amor extraordinario.

2. He aprendido a ser más paciente.

3. He aprendido que un beso de mi hijo es capaz de curar mis males (sobre todo los de la cabeza).

4. He aprendido a no ser tan bocazas, al menos, en lo que a crianza se refiere.

5. He aprendido de nuevo a ver a través de sus ojos inocentes.

6. He aprendido, por supuesto, a ocuparme de un niño y todo lo que ello conlleva.

7. He aprendido a hacer teatro mientras leo los cuentos a Boliche.

8. He aprendido a ser más feliz y positiva.

9. He aprendido a escuchar más a mis instintos y a confiar más en mí misma.

10. He aprendido a ser mamá.

Y podría decir un montón de cosas más, claro, pero como solo puedo decir diez.
Y eso que se supone que somos nosotros los que les tenemos que ensañar a ellos...


lunes, 7 de febrero de 2011

Domingo redondo

...Otto es un niño que nació en Mali, pero que ahora vive en París con sus papás...


Y nosotros hemos tenido la suerte de conocer a Otto este domingo, gracias a Belén de Mamá sin complejos, que hizo un sorteo la semana pasada para acudir a la representación que la compañía Teloncillo realizaba en el Teatro Tyl Tyl en Navalcarnero.

Y por una vez y sin que sirva de precedente, tuvimos la suerte de que nos tocaran las entradas (creo que ya no voy poder seguir metiéndole caña a Suu con eso de que se lleva todos los sorteos ;D).
Así que alegría doble.
Primero, por poder disfrutar de un domingo de teatro a un precio inmejorable. Cero euros.
Segundo y más importante, por poder volver a encontrarme con Belén y sus chicos. Que ya tenía ganas de repetir encuentro.

La impresión general sobre el teatro y en particular sobre la obra ha sido muy buena.
Una obra breve (30 minutos) y entretenida. Apta para públicos desde los 6 meses.
Lo mejor, para mí, la voz de la actriz (creo que se llamaba Ana). Impresionante.
Y lo más importante de todo, ¡ningún payaso participaba en ella!
Porque seguimos erre que erre con el mismo temita, claro. Y esto tiene pinta de que va para largo...

Entramos en el teatro y lo primero que preguntó Boliche fue por los payasos dichosos.

-No cariño, si esto no es el circo, esto es el teatro. Aquí no hay payasos.

Pero nada que no hay manera con él y eso que sigue autoconvenciendose de que "payasho e meno, no hase nara", pero el temor es más fuerte.

Al principio, se mantuvo bastante alerta, muy serio y concentrado.
Todo el público interactuaba con la artista principal, pero Boliche no quería ni aplaudir, ni cantar, ni nada. No le quitaba ojo a ninguno de los dos actores, sobre todo al que tocaba los instrumentos, porque le encanta la música, sobre todo la guitarra, pero aun así, se mostraba reservado.
Según transcurría la obra y se cercioraba de que no aparecerían por allí los payasos, parece que iba dejando un poco de lado la tensión.
Lo más curioso es que si le preguntas que si quiere ir al circo a ver a los payasos, te dice que sí. Es una relación de amor-odio-miedo muy particular.

Una vez finalizada, nos fuimos a tomar el aperitivo a la plaza que hay junto al iglesia. Una plaza preciosa.
Y ya que estábamos allí y que era hora de comer, pues ¿que íbamos hacer?. Quedarnos a comer, claro.
Con ese día que hizo ayer tan maravillosamente primaveral, aprovechamos para comer unas racioncitas en un terraza. Los cuatro papis y los nenes.
Se estaba de lujo.

Y los pequeños terremotos se lo pasaron genial. Sobre todo porque las cuatro cabezas pensantes no se dieron cuenta de que a diez metros de la mesa donde comíamos había una fuente y cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde. Las manos metidas hasta casi los codos. Menos mal que hacía calorcito, porque se pasaron todo el rato jugando con el agua. Bueno y corriendo de acá para allá.
Hacen muy buenas migas. Boliche se lo pasó en grande.

Vaya tarde más buena. Eso sí, nos pusimos como cerditos.
Yo al menos, me levanté con una panza tremenda, así que esta semana tendré que fustigarme otra vez con el apio hasta que mi alma esté libre de todo pecado calórico.
Que le vamos a hacer.

Entre las carreras y la comilona, llegamos al coche y Boliche cayó inconsciente sin salir del pueblo. Y el resto de la tarde, fue de lo menos productivo y de lo más delicioso.
Más siesta en el sofá, algo de baño y unos cuantos juegos.

Que gusto da pasar un domingo tan redondo como el de ayer. Sobre todo cuando puedes compartirlo con gente tan estupenda como Belén y sus chicos.
Un gustazo como siempre.
¡Mil gracias por todo!


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viernes, 4 de febrero de 2011

Un hermanito para Boliche

Que no, que no estoy embarazada, no descorchemos las botellas de sidra aun...

Todavía no creo que esté la cosa como traer un compañero de peleas a Boliche. Porque eso son los hermanos en realidad, ¡no os vayáis a pensar otra cosa!.

Al menos en mi casa, mis hermanos han sido más compañeros de peleas que de juegos. Y encima como soy la mediana, me han zurrao de lo lindo entre los dos.
La mayor, por abuso de poder y edad, y el pequeño, por eso mismo, por ser el pequeño intocable y encima con complejo de Chuck Norris.

Hace unos días, en una de esas conversaciones trascendentales que tenemos Boliche y yo, salió el tema a relucir.

Teta: Boliche, ¿sabes que el primito va a tener un hermanito?
Boliche: Sí ( no tiene ni idea...)
Teta: Sí, la tía está embarazada y le va a traer un hermanito al primo.

Boliche empieza a poner pucheros

Boliche: yo también quero un hermanito
Teta: ¿si?, ¿quieres un hermanito?
Boliche: Sí (sigue con los pucheros)
Teta: Ah! ¿sí?, ¿quieres que traigamos un bebé a casa?
Boliche: No, bebé noooooo. ¡Quero un hermanito!

¿Pero este hijo mío que se cree que es un hermanito, el nuevo compañero de Pocoyó? o es que directamente quiere me salga de la barriga otro Boliche como él, ya criao!

JAJAJAJA

Que cosas tiene este Boliche... ¡bendita inocencia!

Voy a aprovechar hoy para agradecer a varias personas a las que tengo mucho cariño, que se hayan acordado de mí y me hayan dado unos premios tan chulos.
Estas últimas semanas han sido un caos y no he tenido tiempo de nada. Pero hoy mismo los pongo en la estantería donde tengo los demás. Muchas gracias chicas, me ha hecho muchísima ilusión.

De Estanjana, Cartafol y Mari Cari



De Ebony



Millones de gracias y feliz fin de semana a todos!

Ostrás!, me acabo de dar cuenta que ya he pasado de los 100 seguidores y ni me había enterado..., gracias a todos!!!!!

P.D: CONTROL DE RÉGIMEN (para los que habéis preguntado): Desde el 14/01/11 hasta hoy, llevo 1 kilo de menos en mi cuerpo serrano. Toooooomaaaa!!!!! jajajajajajja

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miércoles, 2 de febrero de 2011

Yo colecho, tú colechas, él colecha...

Tres o cuatro semanas antes de que naciera Boliche y haciendo caso de no sé que consejo de no sé que revista, montamos la minicuna en nuestra habitación para (según decía) ir haciéndonos a la idea y familiarizarnos con ese nuevo objeto, al que (sin saberlo) le daríamos unas cuantas utilidades.
Recuerdo que cuando me acostaba en la cama esas últimas semanas, a veces sacaba la mano de debajo de la colcha para tocar la minicuna y pensaba, que poco te queda Teta, para tener aquí durmiendo a tu Bolichín.

Que bonito, y ¡¡¡qué ilusa era yo!!!!
Cuando Boliche nació, en el hospital dormía bastante bien. Alguna vez incluso, tuvimos que despertarle porque nos aconsejaron que no durmiera más de 5 horas seguidas porque podía sufrir una hipoglucemia.
Pero cuando llegamos a casa todo cambió.

Cuando metíamos a Boliche en la minicuna, se ponía a llorar como loco. Como si el colchón tuviera puntas de hierro al rojo vivo.
Conseguíamos calmarle, pero nos costaba 1 hora que se durmiera.

Después de probar mil cosas, y viendo que en el capazo de la silla, que era más pequeño, se encontraba más cómodo, decidimos llevar la minicuna al salón y poner junto a nuestra cama el capazo.

Parece que estaba más cómodo pero aun así le costaba bastante dormirse.
Y yo..., yo estaba hecha una autentica braga.
La lactancia estaba siendo una tortura (quien me lo iba a decir). El primer mes fue horrible de los dolores que pasé. No conseguía recuperarme del cansancio del las 12 de horas de parto infructuoso y de la consiguiente cesárea. Perdí mucha sangre y mucha fuerza.

En el hospital no pude casi descansar porque por las noche no parábamos y por el día no paraban las visitas.
En casa estaba más cómoda pero no conseguía dormir más de 4 horas por la noche y encima no lo hacía seguido. Dormía 1 hora, luego media, luego otra hora. A trozos toda la noche.
Y así no hay quien descanse.

Me salvaba que luego nos echábamos la siesta un par de horas todas las tardes, pero aun así, con eso solo conseguía sacar la cabeza fuera del agua para respirar.
Menos mal que el papá de Boliche tuvo un mes de permiso y que mi madre vive muy cerquita de mí, que sino, no sé como me las hubiera arreglado.
Mientras estuve de baja la cosa iba tirando. Además la teta estaba a pleno rendimiento y encima resultaba algo maravilloso y cómodo para los dos.
La única pega es que por la noche, cuando Boliche pedía cada 2, 3 o 4 horas (incluso cada hora) yo seguía sin descansar porque le daba la toma, que igual tardaba media hora o más, luego le acostaba y esperaba a que se durmiera. Claro, la mayoría de las veces ya me había desvelado y no me podía dormir. En infinitas ocasiones me quedaba dormida media hora o 10 minutos antes de que Boliche se volviera a despertar y otra vez la misma historia.

Estando de baja, todo esto se podía llevar o mejor dicho, sobrellevar. Pero cuando mi k.k-baja de maternidad de terminó, llegaron los problemas.
Ya no había siestas posibles y encima me pasaba el día corriendo para llegar a todas partes.
En una semana mi carga de batería empezó a marcar el EMERGENCY en letras rojas y con la sirena sonando a todo trapo.
Mis ojeras llegaban al suelo y me las pisaba, no podía con mi alma y lo peor de todo, tenía tan mal humor que no me aguantaba ni a mí misma.

Con esa papeleta en la mano, me tocó decidir entre quitarle la teta a Boliche y turnarme con su padre (biberón en mano) o meterle en la cama.
Después de todo lo que había pasado para conseguir establecer la lactancia con Boliche y lo que la estábamos disfrutando, decidí hacer lo que todo el mundo dice que es "lo peor que puedes hacer en la vida", el mayor de los pecados y por el cual seguro que vamos todos al infierno. Metí a Boliche en la cama.

Y nuestra vida cambió.

Empezamos a dormir más horas porque Boliche tardaba 1 segundo en volver a quedarse dormido después de comer y yo..., bueno yo había veces que ni me despertaba.
Con el surtidor a mano, no hacía falta más. Esto de la barra libre es la leche, nunca mejor dicho.

Desde que Boliche tiene 4 meses, practicamos el colecho, como se dice ahora, porque toda la vida de dios, eso ha sido dormir con tus padres y punto. Y desde entonces el sueño y nosotros hicimos las paces y nos reconciliamos.

Ahora que Boliche tiene 2 años y está enorme, estamos empezando a pensar en pasarle a la cuna.
No a su cama, no. A la cuna.
Porque sigue despertándose cada 3 o 4 horas, pero ahora ya casi no toma teta, pero se toma 2 biberones hasta arriba de leche. La Teta Reina está pidiendo los papeles de pre-jubilación :-S

Lo de llevarle a su habitación de momento ni nos los plantemos, al menos yo, porque me veo toda la noche de mi habitación a la suya y quedándome en su cama con él, el 99.9% de las noches.
Además estoy súper feliz de poderle tenerle cerca de mi. Me encanta verle cuando duerme. Esa carita que pone, con esos morritos entreabiertos. Pa comerselo toíto entero.

Hace poco me dijo un día mi madre, "seguro que si tienes otro no vas a hacer lo mismo que con Boliche", y yo le dije, "tienes razón mamá".
Si tengo otro no me voy a esperar 4 meses para meterle en la cama. Si veo que en la cuna no hay forma, le meto en la cama conmigo pero a la de ya! y sin remordimiento alguno, que es lo mejor de todo. Porque anda que no he tenido que aguantar charlas y charlas de los que todo lo saben y se creen con el poder de la verdad absoluta.

Menos mal que por el camino también me encontré algún que otro bastón donde apoyarme, porque vaya tela..., la de gilipolleces que he tenido que aguantar y lo desinformada que está la gente con este tema.
La última, hace un par de semanas.

Voy a buscar a Boliche a la escuela y me encuentro con una maestra que había empezado el curso más tarde.

Profe: Hola!
Teta: anda hola!, cuando has empezado?

Profe: en noviembre

Teta: Uys!, pues no te he visto ningún día.

Profe: Bueno es que como estoy con los bebés ahora. Por cierto, vaya cambio ha pegado Boliche, eh?, me ha sorprendido muchísimo, madre mía con lo llorón que era...

Teta: Ya, bueno, no se iba a quedar así de llorón siempre, no?

Profe: ya pero es que la culpa la habéis tenido vosotros...

Teta: O_O y eso???

Profe: pues porque como antes dormía con vosotros, pues claro, normal.

Tócate las bolas Mariano!!!
Yo, ojiplática, veo como se va y me deja perpleja con la palabra en la boca mientras se da la vuelta y se va porque le está esperando un papá para que le lleve a su hija.

Profe: Adiós!

Teta: O_O adiós, maja, adiós O_O

Y todavía no me he recuperado ni he salido de mi asombro, con esas conclusiones tan ridículas que saca la gente.
Estoy deseando volver a verla para que me explique porque su teoría puede ser cierta si Boliche SIGUE durmiendo con nosotros.

En fin, que cada uno sabe lo que tiene en casa y como debe gestionarlo, y aun en el caso de que no sea así, como digo yo muchas veces, mientras no te mande al niño ni le tengas que aguantar tú, a ti que más te da como duerma yo a mi hijo.
Desde luego para mí, fue la salvación. El método de supervivencia al que tengo más que agradecerle. Así que a colechar se ha dicho.