"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Ratones, fantasmas y otros planes en Madrid

Hoy vengo a contaros un par de planes chulos para hacer en Madrid con los niños.
Ambas aventuras no os llevarán mucho tiempo así que siempre podéis complementarlos dando un voltio por el barrio donde se localizan.
Para mí dos de los barrios más castizos de Madrid. Sol y Chamberí.

Para vivir la primera aventura deberemos situarnos en Sol, en concreto en la calle Arenal, 8 (1ª plta).
Aquí visitaremos a unos de los ratones más famoso de la tradición popular española. El Sr. Pérez, Ratón Pérez.
Un diminuto y astuto ratoncillo que nos permitirá pasar a descubrir su preciosa casita (una caja de galletasHuntley) mientras una amable señorita nos cuenta la historia de este famoso personaje basada en el primer documento escrito publicado en 1902 y escrito por Luis Coloma.


El precio no es caro, creo que ronda los 3 euros, pero no estoy segura porque nos invitó mi hermana. Podéis consultarlo en la web.

Se trata de un museo pequeñito con una visita guiada en la que los pequeños y no tan pequeños podrán conocer un poco más a ese negociador de dientes que nos visita cuando los dientes de leche nos dicen "bye bye baby" y con él al resto de los personajes que componen a la familia Pérez, Sra. Pérez, Adolfo, Elvira y Adelaida.


Solo un aviso para navegantes de carritos para nenes. Tiene muy mal acceso para personas con movilidad reducida y aquí incluyo las sillitas de los enanos.
El museo está en la primera planta y no hay ascensor así que os tocará cargar con la silla a las bravas.
Un gran fallo para un lugar cuyos principales visitantes son los niños.



En esa zona también hay algunos teatros con obras para bebés y niños así que si os lo montáis bien os podéis hacer un plan super chulo y entretenido para toda la familia.


Dejamos la zona centro para acercarnos al barrio de Chamberí.
Me encanta este barrio, por su historia, por su clase, por sus tradiciones, en las que se incluye la mejor de todas, la de tomar el vermut con la familia y/o los amigos.
Y ahí mismo, en la Plaza de Chamberí viviremos nuestra segunda aventura convirtiéndonos en unos fantasmas terroríficooooooosssssssss. Pondremos caras aterradoras mientras asustamos a los viajeros que
montados en un vagón de metro atraviesan la estación fantasma de Chamberí.


La entrada es gratuita y cuenta con un ascensor que accede al vestíbulo. Luego para bajar al andén hay que bajar las escaleras con la silla a pulso porque aquí, lógicamente, la estación está conservada tal y como se quedó cuando la clausuraron (limpia, eso sí) en 1966.

Boliche lo pasó pipa visitando la estación fantasma por la que hemos pasado en infinidad de ocasiones y asustando a los viajeros que iban montados en los vagones de metro y que pasaban sin detenerse en esta estación ahora convertida en pequeño museo.
Podéis consultar horarios y demás datos de interés aquí.


Os copio aquí un poco de la historia de esta estación.

"La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera Línea de Metro inaugurada en Madrid en 1919, que contaba con ocho estaciones: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos, (glorieta de Iglesia), Chamberí, Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal), Red de San Luis (Gran Vía) y Puerta del Sol. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta estación, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.
El diseño, también de Antonio Palacios, optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización, y por unos acabados sencillos. Incorporó la luz natural mediante un lucernario en el vestíbulo. Para el interior eligió un recubrimiento cerámico con juegos ornamentales. La bóveda de la estación va recubierta de azulejo blanco biselado y sus estribos estaban decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles anunciadores, también de cerámica, en encintado ocre y azul. Estos carteles publicitarios son uno de los grandes atractivos de la estación, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los 20."


Os animo que vayáis a visitarla y a dar un paseo por uno de los barrios con más solera de Madrid.


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