"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

lunes, 10 de mayo de 2010

PARTO Y POSTPARTO, parte VI

Cesarea


Y llegamos al quirófano. Me pasan a la “mesa de operaciones” y me dicen que antes de abrir vamos a hacer un último intento.
Yo pensando, si por favor, a ver si hay suerte y evitamos abrir más de lo necesario.
Otra vez a empujar y nada que no hay manera. Entonces me quedo estupefacta cuando veo que 2 tías se van a subir encima de mi!!!, me clavan los codos hasta que me pongo a dar gritos porque veo que me van a romper las costillas. Ya puestos dame una patada en la tripa como si fuera un balón de fútbol a ver si así el boliche se anima a salir.

Después de comentarlo con varias amigas, parece que es una práctica habitual. Eso de que se te suban encima para empujar la tripa hacia abajo pero a mi me parece un poco salvaje.
De hecho estuve varios días con un dolor de costillas horrible. Se lo comenté a la médica y me dijo que era posible que me hubieran hecho una fisura. Anda!, mira que bien.

El caso es que lo que no se puede, no se puede y además es imposible…, BISTURÍ!, se acabó lo que se daba, vamos a trinchar el pavo relleno.

La suerte es que como me habían metido tanta anestesia en el cuerpo pues no tuvieron que volver a pinchar. Me pusieron en plan Jesucristo; es decir, con los brazos atados en cruz, si si, atados, debían de tener miedo que me liara a puñetazos…, no, me imagino que sería por las vías y para tomar bien la tensión, no sé, algo de eso sería. El caso es que a los 15 minutos consiguieron sacar al boliche.
Era grande, 3.850 gr y estaba muy encajado por eso les costó sacarlo bastante y yo perdí mucha sangre.


Estoy tumbada, no me dejan ver nada, me han puesto una tela verde que me cubre de cintura para abajo. Hay mucha gente a mi alrededor, quizá 8 o 10 personas entre médicos, anestesistas, enfermeras. Casi todo mujeres.
Nunca he sido tiquis-miquis con las cosas de la sangre, además como no siento nada, intento ver alguna imagen reflejada en la lámpara gigante que hay encima de mí, pero no logro ver nada claro. Parece que les cuesta sacarlo, porque será?, estará pasando algo y no me lo quieren decir?, me estoy poniendo un poco nerviosa. El tiempo me pasa volando hay un reloj grande en la pared de mi izquierda sobre una ventana. Son las 8.40, las 8.45, las 8.50, porque no le sacan ya?, me habrán abierto ya, no?. Es que no siento nada, bueno si, siento ganas de vomitar.

Parece que lo han sacado, estoy muy nerviosa, le oigo llorar y yo también me pongo a llorar. No le veo, pero está llorando. Por favor, quiero verle. Tranquila, espera un momento. Una enfermera me lo trae. Le veo distorsionado, las lágrimas ahogan mis ojos y no me puedo limpiar, sigo atada. Parece un poco amoratado, no le veo bien. Malditas lágrimas, no puedo parar. Se lo llevan. No!, por favor espera quiero darle otro beso. MI HIJO!, no puedo tocarle!!!!, por favor!, sigo llorando. No te preocupes, el niño está bien. Te tenemos que cerrar. Relájate, estás muy nerviosa . Voy a vomitar. Tengo mucho frío, mis dientes no paran de castañear, tengo mucho frío. Tranquilízate, es normal, te vamos a dar algo para que estés más tranquila.

Creo que me he dormido.

Me despierto, estoy en una sala llena de camas y de pacientes. Estoy en la REA, tengo la boca seca, busco con la mirada una enfermera que me de algo de información. Son las 10.30 o eso creo.
Tu hijo está bien, está en el nido. Tienes que dormir.
Estoy muy atontada, me vuelvo a dormir.