"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

lunes, 24 de enero de 2011

Con la mierda hasta las orejas

A veces varias decisiones erróneas pueden provocar una situación real que puede superar con creces la ficción.

Que rabia que me da que me pasen cosas así. Una cosa es que una no deje de ser una novata en esto y otra es acabar... bueno me mejor me explico.

Os pongo en situación

Lunes, cualquier librería de Madrid, a tres días de que lleguen sus Majestades los Reyes Magos de Oriente.

1ª decisión equivocada
Mi querido hermano ha decidido casi en el último momento (ahí, dando facilidades) que mejor, si eso, una servidora piense y vaya a comprar los regalos de Reyes de sus dos sobrinos.

2ª decisión equivocada
Llevarme a Boliche y a mi madre a una librería a comprar dos cuentos para los nenes.
Mal y mal.
Boliche lo quiere tocar, abrir y ver todo.
Mi madre, da 400.000 vueltas y para decidirse tarda 1 hora.

Después de llorar porque no le dejamos abrir el cuento del Arca de Noe y sacar los 10 imanes que trae para poder desparramarlos por el suelo, Boliche decide retirarse a un rincón más íntimo para proceder. Osea, para hacer caca.

Le veo que está pegado a una banqueta a la que se sujeta. Le veo de perfil y está rojo como un tomate.

Parece que nadie ( y hay mucha, pero que mucha gente) se da cuenta.
Es que mi niño es mu discreto él pa esas cosillas. Hasta que empieza a hacer ruidos, claro, pero como hay mucho ruido de fondo, pues sin problema.
Nadie perturba su momento All Bran.

Cuando veo que termina, me acerco y le pregunto. Me confirma que la opera ha terminado con éxito. Aunque no hace falta porque el perfume le delata.

Mi madre ya se ha decido y le digo que voy a ponerme en un rincón y le voy a cambiar allí.

Mal.

3ª decisión equivocada
Pero que podía hacer, no le iba a tener con el pastelito hasta casa!

Echo para atrás el respaldo de la silla y me preparo Pañal y toallitas.
Saco el paquete de toallitas y veo que me quedan pocas pero suficientes.
Mal.

4ª decisión equivocada.
Si tienes un paquete de toallitas y sólo quedan tres, no las dejes a mano del nene/a.
Si tienes otro paquete más en la mochila, sácalo. Todo puede ser poco.

Me pongo a cambiarle, como tantas otras veces (muchas muchas) cuando me ha pasado en la calle y no había cambiador a mano.
Le quito el pantalón y desabrocho el body. Le quito el pañal. Levanto las piernas y la veo. Redondita como una manzana.

Tiene el "ilete" (culete) bastante sucio, así que no puedo sacar el pañal porque mancharía la funda de la silla.
Levanto un poco más las piernas y ..., se desata la tragedia.
La bola rueda hacia la espalda. ¡¡¡NOOOOO!!!
Bajo un poco las piernas para pararla y parece que la situación se controla.
Empiezo a limpiar pero Boliche coge el pañal con una mano y empieza a jugar con él.
Con la otra se echa mano al culo. ¡¡¡NOOOO!!!
Le veo la mano manchada. Lo que me faltaba!

Miro a Boliche con toda la seriedad que la situación me permite y le
digo tajantemente, "ni se te ocurra tocar nada. ¡Quieto!"

Y el niño, no sé si con recochineo o solo como un juego, me dice, "¡Quieto tú!"

Ffffffffffffuuuuuuuuuuu!!!!

Tranquila Teta, tranquila!

Entonces..., me tira el pañal, se me cae el bolso hacia a delante, la bufanda que estaba estratégicamente colocada se desata y se viene hacia delante.
Empiezo a sudar.
Ya estoy limpiando con la 2ª toallita. Boliche me quita el paquete y coge la última que queda en el paquete.
No me la quiere dar porque dice que se quiere limpiar los mocos con ella.
Intento quitársela y se me escapa la que estaba usando, la cojo y..., puag! no puede ser, ahora yo también tengo la mano manchada de mierda.
Se me viene el pelo para a delante y mi mano instintivamente se lo retira tocando la mejilla...

NOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

¡No puede ser!, pero porque me tiene que pasar esto a mí. Quiero ponerme a lloraaaar.
Estamos de mierda hasta las orejas!

Y mi madre en la caja ajena a todo el drama. La gente pasa y me mira con cara rara. Puede ser por la escenita que estamos montando.
Boliche medio en pelotas. Un pañal rodando por el suelo. Nosotros rebozados en caca y Boliche empieza a cantar los peces en el río.
Ains! que bonita banda sonora.

Todo ha pasado tan rápido que no me explico como hemos llegado a eso, pero tenemos que ponerle arreglo a aquel desastre.
Consigo quitarle la toallita a Boliche y me limpio las manos como puedo. Mas que nada para no extender "la nocilla" más.

Termino de limpiar el culete y le pongo el pañal. Consigo sacar otro paquete de toallitas y procedo a limpiarle las manos a Boliche.
Verifico que esté todo limpio y cojo otra toallita para quitarme el camuflaje de la cara.
En esos momentos ya estoy sudando como una loca y encima tengo un cabreo de la leche. Como es posible que me pase esto a estas alturas!!!.

Termino de vestir al nene y cuando le estoy colocando el pantalón, aparece mi madre y dice, ¡ya está! nos vamos cuando quieras.

Sí, claro, ¡ahora!

Recojo todo del suelo lo meto dentro del paquetito bomba y nos vamos.
Me acerco a una papelera y cuando tiro el paquete me parece detectar cierto olorcillo que no sé si viene sólo del paquete o si hay algo más acechando en la sombra.
Y me corre un escalofrío por el cuerpo.

"Mamá vámonos a casa directamente que me tengo que dar una ducha y unos buenos restregones".


Acabo de cambiar el refranero popular.

QUIEN CON NIÑOS SE VA A UNA LIBRERÍA CAGADO SALE DE ELLA



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