"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

miércoles, 7 de marzo de 2012

En la granja de Boliche ia ia oh

En estos momentos Boliche junto con sus compañeros de clase está disfrutando de su primera excursión.

Quién le verá!

Que momento tan emocionante. Su primera excursión. Y no podía haber sido a un lugar mejor. Una granja escuela.
Esta mañana se ha levantado dando un salto mortal, como dice la canción, y me ha dicho de carrerilla lo que les debió repetir ayer la seño unas 400 veces.

- Que no se grita en la granja
- Que no se acerca uno a las vacas
- Que hay que ponerse crema en la cara para no quemarse con el sol

Ays!, como me gustaría poder verle por un agujerito.
Se que va a disfrutar enormemente porque le encantan los animales.



No creo que haya ningún animal de la granja que no conozca ya.
Desde pequeño está acostumbrado a verlos porque cuando vamos a Asturias los ve a diario.
Especialmente tiene pasión por los caballos. Ya he perdido la cuenta de los caballos de juguete que tenemos por casa.

Y desde hace unos meses hemos ido comprando los fascículos que sacaron de "animales de Granja" en los kioskos. Los tenemos casi todos con su libro correspondiente. Ya no sé ni donde meter tanto bicho.
Los tiene a todos metidos en la bañera y todas las tardes van al agua con él. Aquello parece el desfile del orgullo gallinero.
Ahora dame el pavo, ahora dame la vaca, ahora dame la yegua, ésta no que no se habla con el caballo. El jabalí hoy castigado que se ha portado mal, y la caseta del perro que va a ser la barca de los pollos y los gatos...
Les salva que estos no sueltan plumas, pelos ni van dejando regalitos apestosillos por casa.

Estoy deseando que llegue esta tarde para que me cuente todo lo que ha visto.

No sé si seguirán haciendo las mismas cosas que se hacían en esos sitios cuando yo era pequeña.
Aun recuerdo el susto que me dio un caballo cuando nos estaban dando una vuelta y el animal decidió darse una carrerita conmigo encima. Me bajé de caballo y solo me faltó besar el suelo.

De aquella también se hacía pan en la granja escuela. Nos daban un trozo de masa y nos decían que hiciéramos la forma que quisiéramos, excepto de bola.
Recuerdo que yo hice un lazo de pajarita. Salió tan crujientito del horno..., pero yo a diferencia de mis compañeros, no me lo comí. Lo guardé y estuvo dando vueltas varios años por mi habitación.
Ya apuntaba yo maneras con eso del síndrome de Diógenes.

Ahora por suerte, eso de guardar el pan durante años por la casa lo he superado jejejeje y solo guardo, bolsas, cajas, y cualquier cosa que crea que "esto me puede servir para.."

Bueno que me lío con mis rarezas y aquí hemos venido a hablar de mi libro la excursión de Boliche.

Pues volviendo al tema de hoy. Boliche iba un poco preocupadillo por si en la granja iba a haber leones, tigres y lobos. Pero una vez despejadas sus dudas, se ha puesto su mochila a la espalda y ha salido de casa super feliz.

Cuando hemos llegado al cole ya esperaban los autocares (esa palabra todavía se dice?, es que hace tanto que no la uso que ya no sé si se pasó de moda...) en la puerta para cuando salieran los niños.

Me hubiera encantado quedarme allí para verle salir y poder decirle adiós con la mano, pero aun iban a tardar bastante. Así que me he tenido que ir de allí muerta de la envidia viendo como otras mamás se quedaban esperando para verles salir.
Que pena me ha dado, es su primera excursión e iba realmente emocionado. Cuando salga y vea el pelotón de papás diciendo adiós a sus compañeros, igual le da por preguntarse dónde estará su mamá, o a lo mejor va tan entusiasmado con la idea de la granja que ni se da cuenta. Quién sabe?

En cualquier caso estoy segura de que se lo va a pasar teta. Y espero que la seño se haya llevado la cámara para hacerles alguna fotillo por allí.

Ya os contaré si hay alguna anécdota digna de mencionar. Yo mientras tanto, cuento las horas para verle y que me cuente sus aventuras en la granja (de Boliche ia ia oh)




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