"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

martes, 8 de junio de 2010

Mi cuerpo serrano

Otro efecto secundario del tratamiento que estoy siguiendo es que me siento y me veo hinchada. Lo que me faltaba. Tendré que hacer intensivo de operación bikini.
Esta situación no ayuda nada a mis pocas ganas de comprarme algo de ropa pero la semana pasada nos íbamos de puente a la playa y a principios de semana tomé la decisión de armarme de valor para ir a comprarme un bikini.

Me resulta gracioso recordar que cuando tenía 16 o 17 años me daba vergüenza ponerme un bikini y siempre iba en bañador porque me veía gorda. Lo cojonudo del tema es que de aquella tenía un tipazo. Pero no me refiero a un tipazo comparado con el de ahora, no. Me refiero a un tipazo de verdad, o por lo menos lo que yo considero un tipazo. Porque claro, los gustos de cada uno distan mucho entre si pero para mi una tía escuálida y escurrida no es un tipazo.
Tenía mis formas muy bien contorneadas, nada de celulitis y un pecho muy bonito. Todo lo contrario de ahora. Y ahora me pongo bikini. Seré gilipollas…


Mi madre me dice que es normal, que después de tener un hijo el cuerpo empieza a resentirse, que si los hombres mira como se ponen con los años y sin parir, bla bla bla, pero a mi eso no me consuela.

El caso es que se me echaba el tiempo encima y decidí irme a una tienda de ropa interior, llamémosla “Tetam” y le pregunté a la dependienta si tenía algo para mi.

La niña que me atendió era un encanto, de verdad y se preocupó de buscarme varios modelos y de aconsejarme. Chica, así da gusta ir a una tienda, no como en otras que parece que te están haciendo un favor por venderte 4 trapos.
La amable dependienta me dio varios modelos para que me los probara pero yo en vez de irme al probador empecé a mariposear por la tienda haciéndome la remolona. La chica empezó a mirarme con cara de “peroaestaquelepasaahora” y a mi sólo me faltaba ponerme a silbar.
De repente, dos figuritas redondas con pezón aparecieron sobre mis hombros. Una tenía una coronita brillante encima y la otra unos cuernos y un rabo puntiagudo. Y que pasó?, que empezaron a discutir.

Teta-güena: Venga Teta Reina, no pasa nada, entra en el probador.


Teta-japuta: Uf!, yo que tú no entraba, ya verás cuando intentes meterte en uno de esos bichos. Ya puestas a hacer el ridículo, podías haberte cogido un tanga de esos.


Teta-güena: que no mujer, no le hagas caso, si estás estupenda. Tu cuerpo es normal, no ves que has tenido un bebe, eso le cambia el tipo a cualquiera.


Teta-japuta: a cualquiera no. Mira a Paloma Cuevas como salió del hospital…


Teta-güena: bueno eso es un caso raro. Mira a Sonia Ferrer que ha dado a luz hace poco. Todos los cuerpos cambian. (Aunque no lo creáis es la de la foto)


Teta-japuta: si pero de quien se van a reír es de ti…


Teta-güena. Nadie se va a reír, venga pasa al probador que la dependienta te está mirando raro.


Teta-.japuta: si, te mira raro, pero porque piensa, pero donde va ésta con ese cuerpo-escombro, pero si en vez de ir a la playa tenía que ir a un convento de clausura.

Teta-gúena. Pero mira que eres cruel.

Teta-japuta: y por qué no te compras una escafandra mejor…?, o un burka?.

Teta-güena: eres un bicho!

Teta-japuta: tú más!

Teta-güena: no, tú más!

Teta-japuta: tú más!, tú más!, tú más!, tú…

Yo: bueno basta ya!, voy a entrar.

Teta-güena: vamos valiente!, al toro que es una mona…!

Teta-japuta: una mona? y el joputa lleva la cabeza del caballo en la boca?

Yo: Ssssshhhhhh!!!! Callaros, que me voy a lanzar al ruedo…

Así que cogí aire profundamente, lancé la montera al aireeeeee… y … cayó bien!


Me probé varios bikinis y me gustaron dos de ellos. Eso si, copa D/E. Si por algo me llaman “LA TETA REINA”.


Ochenta y siete euros tuvieron la culpa pero los pagué con gusto. Por lo menos iría con unos bikinis que no me harían todavía peor cuerpo del que ya tengo, que ya es algo.
Así que cogí mis nuevos bikinis y me fui a casa.

Cuando llegué a casa estaba todo en penumbra, mi esposísimo estaba atrincherado en el salón, había puesto los sofás como barricadas y había puesto a cubierto al boliche. También había hecho acopio de víveres. Los suficientes como para sobrevivir durante varios días.
Los dos llevaban las pinturas de camuflaje y gafas de visión nocturna. No se oía nada, sólo el castañetear de sus dientes. Estaban cagaos!!!!

Tranquilos chicos!, ha habido suerte. Me he comprado 2 bikinis.

Se escuchó un suspiro general.

Varios días después nos fuimos a la playa. Y que me encontré allí (aparte de a mi vecino, manda huevos, no me los quito de encima ni a la de tres)?.
Pues que el 50% del personal debería haberse comprado una escafandra, otro 40% andan más o menos como una servidora, usease, en el límite del bien y del mal. Y el otro 10% alegra la vista al 90% restante.

Conclusión: cuanto daño ha hecho la Cibeles fashion week…


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