"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

miércoles, 28 de julio de 2010

Que cosas más raras pienso.

Siempre que voy a renovar el dni, me hago la misma pregunta cuando veo la fecha de caducidad. ¿Como será mi vida dentro de 10 años?.

Tengo que decir, que todo lo que deseaba más o menos lo he conseguido, excepto que me tocara la lotería (pero todo llegará), que le vamos a hacer.

Una de las cosas que me preguntaba era si tendría hijos y cuantos.
Soy muy niñera, me encantan. Me lo paso pipa con ellos, da igual que sea el mío, el de mi hermana, los de mis primas. El que sea.
Afirmaba con toda seguridad que quería tener 2 o 3 hijos como mínimo. Pero a día de hoy esas ideas sobre ese tema han dado un notable giro por dos razones, principalmente.

La primera razón es la económica.
Nosotros tuvimos la suerte de comprar el piso antes del boom que hizo disparar los precios de forma desorbitada.
Tenía 3 dormitorios y 1 salita de estar en la que o metías un sofá o metías una mesa con sillas. No cabía más. Así que decidimos quitar un dormitorio y añadírselo a la salita de estar. Con esta reforma nos quedó un salón bastante majo. Al fin y al cabo es donde hacemos la vida, así que queríamos que fuese cómodo y lo más amplio posible.

Con la llegada de boliche, ya tuvimos que hacer zafarrancho en casa para poder ubicar sus cosas en la otra habitación, también llamada “ La leonera”, y que usábamos para guardar…TODO.
La habitación no es muy grande, pero para un niño está bien. Si me apuras, podrían caber dos niños.
Hoy en día hay mobiliarios para habitaciones súper chulos y con una gran versatilidad.

Que si literas por aquí, que si cajoneras por allá. Un mundo de posibilidades que te puede ayudar a meter, de la mejor forma, a las sardinillas en su lata.

Estos días, precisamente, se ha hablado en varios blogs sobre las diferencias, ventajas e inconvenientes de tener niños y niñas.
Tener 2 hijos del mismo sexo, te puede ayudar a resolver mejor este problema de espacio del que os hablaba.

En mi caso, desde que nací y hasta que cumplí los trece años, dormía en la misma habitación que mi hermana. Luego, mi hermana se casó y durante un par de años mi hermano y yo compartimos ronquidos y sonambulismos. Hasta que nos mudamos a otra casa y pasamos a tener una habitación propia cada uno.

Para mi fue una buena experiencia, y aunque en esa época, yo quería tener mi propia habitación, a día de hoy, me parece que fue muy bueno para mi y para mis hermanos.
A base de estar tirándote de los pelos todo el día y de que tu hermano ensayase contigo la patada voladora, vas creando una relación muy estrecha y fuerte.
Eso por no hablar del práctico y duro entrenamiento, digno de los mejores GEOS, con el que sales de casa. Todo el día esquivando leches, tenía que tener alguna utilidad, ¿no?.

El caso es que si tuviera otro hijo u otra hija me gustaría que durmieran en la misma habitación. Al menos durante su infancia y comienzo de su adolescencia.
Mientras la sangre no salpique las paredes, la situación se puede mantener. Luego ya veríamos…

El caso es que podríamos apañárnoslas más o menos bien con el espacio y los gastos.
Pero ahora se me plantea la segunda parte de la historia.

Quería hablar de este tema hace tiempo, pero lo he ido retrasando porque me daba vergüenza hablar de ello.
No se muy bien como explicarlo porque con mucha probabilidad muchos pensareis que es una gilipollez o que se me va la pinza y seguramente sea así, pero el pensamiento como el miedo es libre y yo no puedo evitar pensar así.

Bueno lo voy a soltar a bocajarro y ya está.

Tengo miedo a tener otro hijo y no quererle como quiero a Boliche. Ya está. Ya lo he dicho.

Ya se que puede sonar absurdo, y lo sé porque alguna vez lo he dejado caer en algún grupo de madres y me han mirado como a un bicho raro, pero es que es lo que siento.

Quiero mucho a mi padre, a mis hermanos, adoro a mi madre y amo a mi esposísimo pero lo que siento por Boliche nunca lo había sentido.
Le quiero tanto que a veces me duele. Ya os hablé aquí hace unos meses del miedo que siento a perderlo.

Este amor me ha pillado por sorpresa, porque no sabía que podía ser de tal magnitud.
Le quiero por encima de todo y de todos. Ha tirado por la borda todo los años que a mi esposísimo le ha costado enseñarme que la persona más importante para mi debía ser yo misma.
Este amor es…, como os diría…, BRUTAL. Y sólo tiene 19 meses.

Así que no sé como se puede competir contra un sentimiento tan fuerte.

Estoy segura de que si tuviera un hijo le querría muchísimo, pero la duda es, ¿tanto como a Boliche?. Y claro no me parece justo, repartir más a unos que a otros.
Vivimos rodeados de familias que tienen varios hijos, incluida la mía.

Tirando para atrás puedo ver que a mis abuelos maternos, que tenían ni más ni menos que 10 hijos, también se les ve el plumero. Si bien es cierto que quieren a todos mucho, cada uno tiene su favorito. En mi casa también pasa y en la de mi esposísimo también.

He visto que lo de tener hijos favoritos es habitual en muchísimas familias (no me atrevo a decir todas), pero si preguntas a los padres, ellos te dicen que quieren a todos los hijos por igual, aunque yo creo que no es verdad, sólo que no es políticamente correcto reconocerlo.

Entonces, me asaltan las dudas.
He oído en multitud de ocasiones que el cariño de los hijos no se reparte sino que se multiplica. Pero no sé hasta que punto eso es del todo cierto.

Por otra parte, me daría una pena terrible perderme cosas nuevas de Boliche mientras cuido el otro bebe y viceversa. No disfrutar el 100% del recién llegado porque Boliche demande mis atenciones, como es lógico.
Creo que fue “mama en alemania” (corrígeme si me equivoco) la que contaba como un día descubrió que, el que dentro de poco va a ser el mediano, cogía el peine y se peinaba solo, sin habérselo enseñado, al menos conscientemente.

Ya se que pueden parecer chorradas pero a mi me hacen valorar y plantearme si quiero tener otro hijo o no.

En contra posición a estos pensamientos están las otras razones que me intentan convencer de que sería bueno tener otro bebé.

Tengo dos hermanos y como dice la canción de Amaral, “…a veces te mataría y otras en cambio te quiero comer…” . No concibo mi vida sin ellos.
Soy como soy, en gran parte, por culpa o gracias a ellos. Y me gustaría que Boliche también disfrutara de esa experiencia.

Pero el miedo a no ser ecuánime en el reparto de cariño me aterra.
No quiero dolor ni envidias entre hermanos. Esas cosas no traen nada bueno.

Ahora ya podéis decirme, sobre todo las mamás de varios hijos, que estoy como las maracas de Machín. O como diría Boliche, estás tududú!!!



*Nota mental: revisar el post en casa tranquilamente y colocar las tildes y comas que se me han caido por el camino.
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