Cuando me quedé embarazada y comencé con las clases de preparación al parto, fue cuando empecé a ver más de cerca y a pensar más detenidamente en el tema de la lactancia materna.
-“Sí, bueno, si puedo le daré pecho, pero ya veremos”
No lo tenía nada claro. Mi madre casi no pudo darnos el pecho a ninguno y después de tantos años, tampoco me podría servir de gran ayuda.
El único testimonio con el que había contado, había sido el de una prima mía, que le había dado el pecho a su hijo, pero como vivimos bastante lejos, no pude conocer el proceso de cerca.
Sabía que las primeras semanas ella lo había pasado muy mal y que había sufrido muchos dolores, así que lo poco que sabía era que no tenía ni idea de si podría darle el pecho a mi hijo, pero en cualquier caso, “eso” dolía mucho, seguro.
La matrona que nos dio las clases de preparación, es una mujer prolactancia 100%, es más, en algunas ocasiones, me parecía que se pasaba un poco de radical (que cosas, cuantas vueltas da la vida), sobre todo de cara a que si había personas como mi hermana que no iban a poder dar el pecho por problemas físicos, ese tipo de comentarios les haría sentir fatal.
Después de oír todas sus charlas, yo seguía igual. Vamos que a mi eso de la teta, me sonaba súper chungo y doloroso y encima, yo tengo los pezones súper sensibles y me da grima que me roce cualquier cosa, así que cuando me ponía a pensar que mi hijo se iba a tener que enganchar de ahí, casi casi me daban hasta mareos (quien me lo iba a decir como acabaría la cosa…)
Cuando nació Boliche, me lo puse al pecho en cuanto pude, osea 8 horas después de la cesárea, que se dice pronto (por si alguien no lo ha leído y le apetece conocer como fue la odisea en el espacio o el también llamado, parto la burra).
Los primeros días no me dolió nada y ya estaba yo cantando victoria, pero por alguna extraña razón pasados 3 días la cosa empezó a torcerse.
Aquí me dieron varias teorías, pero no conseguí confirmar ninguna.
- Podía ser porque al ponerle una enfermera el chupete al día siguiente de nacer, Boliche se confundiera y la succión fuera incorrecta.
- Podía ser por una infección de hongos, pero como a nadie se le ocurrió, no me hicieron ninguna prueba.
- Podía ser, como me decía la pediatra porque Boliche estaba tanto tiempo al pecho (tomas de 1 hora) que el pezón se “maceraba”.
- Podía ser por una mala postura, aunque después de conseguir ver a mi matrona casi 3 semanas después de dar a luz porque estaba de vacaciones, ella pudo comprobar que mi postura era correcta.
- Podía ser, como me decían algunas amigas, porque el pecho tenía que acostumbrarse, que hacer callo, y que era normal que me doliera.
Podía ser por muchas cosas, aunque yo me inclino más por la teoría de los hongos y descarto otras muchas porque las considero una chorrada sin fundamento alguno.
En cualquier caso, como decía antes, fue una faena que mi matrona se cogiera las vacaciones en esas fechas, porque aunque parezca alucinante, nadie le hizo la sustitución y yo me vi, sola, desamparada y sin que nadie me pudiera echar una mano.
Desde mi más absoluta ignorancia, lo único que hacía era echarme kilos y kilos de Purelan en el pecho para soportar “algo” el dolor, pero no había nada que me calmara y mi frustración aumentaba por momentos.
Ni discos de gel frío, ni pezonera, nada de nada. Aquello no tenía arreglo.
La semana de Reyes, cuando Boliche tenía 19 días, aquello fue el acabose.
Se me hizo un agujerito en el pezón derecho y me salía sangre y leche a parte iguales. ¡Era horrible!.
Empecé a sacarme la leche de ese pecho con el sacaleches y se la daba en biberón y luego le daba del otro pecho de forma natural.
No se me olvidará un día que estaba sentada en el sofá de casa de mis padres en el pueblo y mientras Boliche mamaba, yo lloraba y mi madre con un klinex me secaba las lágrimas. Fue terrible. Menuda estampa.
Ahora lo recuerdo y todavía me emociono, porque lo pasé muy mal, porque me sentía sola, porque yo quería seguir dándole el pecho a mi hijo y veía que se lo iba a tener que quitar.
Y porque me sentía inútil y estúpida.
Como podía ser que aquello que llevaban haciendo miles y miles de años otras mujeres para mi resultara una tortura y algo imposible.
¿Que narices era lo que estaba haciendo mal?, ¿Por qué nadie podía ayudarme?
Cuando volví del pueblo, fui a ver a la matrona que ya había vuelto de sus vacaciones. Vio que mi postura era correcta y que tenía mucha leche (cosa que yo ya sabía porque mi hijo había cogido mucho peso esos días), pero no me pudo decir nada más.
Solo me dijo, “aguanta una semana más y me vienes a ver otra vez, que no hay mal que cien años dure”.
-“Sí, bueno, si puedo le daré pecho, pero ya veremos”
No lo tenía nada claro. Mi madre casi no pudo darnos el pecho a ninguno y después de tantos años, tampoco me podría servir de gran ayuda.
El único testimonio con el que había contado, había sido el de una prima mía, que le había dado el pecho a su hijo, pero como vivimos bastante lejos, no pude conocer el proceso de cerca.
Sabía que las primeras semanas ella lo había pasado muy mal y que había sufrido muchos dolores, así que lo poco que sabía era que no tenía ni idea de si podría darle el pecho a mi hijo, pero en cualquier caso, “eso” dolía mucho, seguro.
La matrona que nos dio las clases de preparación, es una mujer prolactancia 100%, es más, en algunas ocasiones, me parecía que se pasaba un poco de radical (que cosas, cuantas vueltas da la vida), sobre todo de cara a que si había personas como mi hermana que no iban a poder dar el pecho por problemas físicos, ese tipo de comentarios les haría sentir fatal.
Después de oír todas sus charlas, yo seguía igual. Vamos que a mi eso de la teta, me sonaba súper chungo y doloroso y encima, yo tengo los pezones súper sensibles y me da grima que me roce cualquier cosa, así que cuando me ponía a pensar que mi hijo se iba a tener que enganchar de ahí, casi casi me daban hasta mareos (quien me lo iba a decir como acabaría la cosa…)
Cuando nació Boliche, me lo puse al pecho en cuanto pude, osea 8 horas después de la cesárea, que se dice pronto (por si alguien no lo ha leído y le apetece conocer como fue la odisea en el espacio o el también llamado, parto la burra).
Los primeros días no me dolió nada y ya estaba yo cantando victoria, pero por alguna extraña razón pasados 3 días la cosa empezó a torcerse.
Aquí me dieron varias teorías, pero no conseguí confirmar ninguna.
- Podía ser porque al ponerle una enfermera el chupete al día siguiente de nacer, Boliche se confundiera y la succión fuera incorrecta.
- Podía ser por una infección de hongos, pero como a nadie se le ocurrió, no me hicieron ninguna prueba.
- Podía ser, como me decía la pediatra porque Boliche estaba tanto tiempo al pecho (tomas de 1 hora) que el pezón se “maceraba”.
- Podía ser por una mala postura, aunque después de conseguir ver a mi matrona casi 3 semanas después de dar a luz porque estaba de vacaciones, ella pudo comprobar que mi postura era correcta.
- Podía ser, como me decían algunas amigas, porque el pecho tenía que acostumbrarse, que hacer callo, y que era normal que me doliera.
Podía ser por muchas cosas, aunque yo me inclino más por la teoría de los hongos y descarto otras muchas porque las considero una chorrada sin fundamento alguno.
En cualquier caso, como decía antes, fue una faena que mi matrona se cogiera las vacaciones en esas fechas, porque aunque parezca alucinante, nadie le hizo la sustitución y yo me vi, sola, desamparada y sin que nadie me pudiera echar una mano.
Desde mi más absoluta ignorancia, lo único que hacía era echarme kilos y kilos de Purelan en el pecho para soportar “algo” el dolor, pero no había nada que me calmara y mi frustración aumentaba por momentos.
Ni discos de gel frío, ni pezonera, nada de nada. Aquello no tenía arreglo.
La semana de Reyes, cuando Boliche tenía 19 días, aquello fue el acabose.
Se me hizo un agujerito en el pezón derecho y me salía sangre y leche a parte iguales. ¡Era horrible!.
Empecé a sacarme la leche de ese pecho con el sacaleches y se la daba en biberón y luego le daba del otro pecho de forma natural.
No se me olvidará un día que estaba sentada en el sofá de casa de mis padres en el pueblo y mientras Boliche mamaba, yo lloraba y mi madre con un klinex me secaba las lágrimas. Fue terrible. Menuda estampa.
Ahora lo recuerdo y todavía me emociono, porque lo pasé muy mal, porque me sentía sola, porque yo quería seguir dándole el pecho a mi hijo y veía que se lo iba a tener que quitar.
Y porque me sentía inútil y estúpida.
Como podía ser que aquello que llevaban haciendo miles y miles de años otras mujeres para mi resultara una tortura y algo imposible.
¿Que narices era lo que estaba haciendo mal?, ¿Por qué nadie podía ayudarme?
Cuando volví del pueblo, fui a ver a la matrona que ya había vuelto de sus vacaciones. Vio que mi postura era correcta y que tenía mucha leche (cosa que yo ya sabía porque mi hijo había cogido mucho peso esos días), pero no me pudo decir nada más.
Solo me dijo, “aguanta una semana más y me vienes a ver otra vez, que no hay mal que cien años dure”.
Ya, y como diría mi abuela, ...ni cabrón que lo resista.
Vaya ánimos. Que fácil se dice una semana. Cuando yo contaba las horas que me faltaban de una toma a otra porque era una tortura.
Mi marido me decía, “está llorando, tiene hambre” y yo le suplicaba, “por favor, aguántale 5 minutos, por favor, por favor”.
Así que aguantar una semana más no era ninguna tontería.
Creo que aquí influyó mucho, lo cabezota y terca que soy a veces. Porque yo quería con todas mis fuerzas que aquello saliera bien y me negaba a fracasar con algo que yo sentía que tenía que ser maravilloso, pero indudablemente, tampoco puedo afirmar con rotundidad cuanto tiempo hubiera aguantado en esa situación, seguramente no mucho más.
Por suerte, cuando esa semana estaba finalizando empecé a notar que me dolía un poco menos, y cada día la cosa iba mejorando de forma notable.
Diez días después, le estaba dando el pecho a Boliche, sin dolor alguno. Disfrutando como loca de algo grandioso y que por no sé que motivo se había torcido desde un comienzo.
Vaya ánimos. Que fácil se dice una semana. Cuando yo contaba las horas que me faltaban de una toma a otra porque era una tortura.
Mi marido me decía, “está llorando, tiene hambre” y yo le suplicaba, “por favor, aguántale 5 minutos, por favor, por favor”.
Así que aguantar una semana más no era ninguna tontería.
Creo que aquí influyó mucho, lo cabezota y terca que soy a veces. Porque yo quería con todas mis fuerzas que aquello saliera bien y me negaba a fracasar con algo que yo sentía que tenía que ser maravilloso, pero indudablemente, tampoco puedo afirmar con rotundidad cuanto tiempo hubiera aguantado en esa situación, seguramente no mucho más.
Por suerte, cuando esa semana estaba finalizando empecé a notar que me dolía un poco menos, y cada día la cosa iba mejorando de forma notable.
Diez días después, le estaba dando el pecho a Boliche, sin dolor alguno. Disfrutando como loca de algo grandioso y que por no sé que motivo se había torcido desde un comienzo.
Tanto me costó, tanto me dolió, tanto sufrí ese primer mes y tanto lo he disfrutado posteriormente con todo lo que me ha aportado, que creo que es fácil comprender porque me volví una defensora de la lactancia materna.
Y por encima de todo, por que he defendido mi derecho a seguir dando el pecho a mi hijo hasta que nos diera la gana y por que me da una gran tristeza decir que después de 15 días sin mamar, creo que ya puedo decir que Boliche "se ha destetado", al menos, en lo que entedemos como destete, a lo que alimentación se refiere.
Y lo digo con tristeza por dos razones.
La primera, porque aunque parezca una tontería siento como si se hubiera cortado un cordón umbilical invisible que todavía nos uniera.
Algo muy intimo y secreto entre Boliche y yo.
Algo solo nuestro.
Y la segunda y más importante porque, aunque el destete ha sido progresivo y para nada brusco, la razón de que haya llegado ya, ha tenido que ver con la intrusión del biberón en nuestras vidas.
Y este entrometimiento no ha sido por voluntad propia sino impuesto desde la ignorancia y el desinterés por salvaguardar la voluntad del paciente. Osea, la mía.
Continuará...
Con mi hija no había manera de que mamara, recuerdo que a los dos días de nacer la llevé a La Paz porque tenía los labios secos, como si se deshidratase. Le dieron un bibe y se lo zampó como loca, pero yo me negaba a eso. Así que cada toma le intentaba dar el pecho y como no chupaba me sacaba la leche con sacaleches y se la daba en biberón, así estuve mes y medio, pero en cada toma lo intentaba, aunque fueran las 3 de la madrugada. Al final un día se enganchó, flipé, fue maravilloso, y aunque también tuve una semana de mucho dolor en los pezones yo como tú erre que erre y al final pasó.
ResponderEliminarEs lo más maravilloso del mundo y cada día me alegro de no haber optado por lo fácil.
Mi hijo en cambio fue ponerle la teta y hala, a mamar, qué gusto.
Cuando se destetó me dio una pena terrible, porque como no sé si tendré más hijos, sentir que no volveré a dar el pecho me ponía mala, y aún me pone triste.
Caray, si me descuido escribo un post jajaja
Besos
Me ha encantado tu relato. Me he sentido muy identificada con la primera parte. La diferencia es que yo tiré la toalla y sentí un alivio inmenso. Ahora no sé, lo veo de otra forma, pero juzgar el pasado propio con lo que uno sabe en el presente es muy injusto.
ResponderEliminarHija, no te atormentes, ya quisiera yo haber salido del brete como lo hiciste tu y tan bien!.
Teta fuiste muy fuerte y muy valiente y muy...cabezota!!! Pero ser así te he brindado la oportunidad de disfrutar de la parte maravillosa de dar el pecho a tu hijo. Te entiendo perfectamente cuando hablas de esa conexión tan especial que solo tu y el conocéis, a mi me pasa igual con no pequeñokoala, es una sensación impresionante. Un besito fuerte y espero la segundaparte
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu historia. Yo sufrí más de dos meses de dolores y frustraciones hasta que conseguí dar el pecho ha mi hijo mayor. Cuando con 18 meses lo dejó tuve una auténtica depresión post lactancia. Muchos ánimos y a pensar en el segundo para volver a disfrutar de la lactancia materna!
ResponderEliminarLo primero quiero pedir disculpas, porque llevos un par de semanas que no me encuentro del todo bien. Tengo la pila algo floja (nada grave, algo de anemia) y no ando muy centrada.
ResponderEliminarQuizá no es el mejor momento para escribir esta entrada porque no quiero dejarme nada en el tintero, pero no podía retrasarlo más porque es algo muy importante para mi y teniendo en cuenta la temática del blog veo injusto ir en "diferido".
Ana, gracias por tu testimonio, me parece que le echaste un par de huevos.
Te entiendo, porque a mi lo que me consuela un poco, es que yo quiero tener otro hijo (al menos esa es la idea), de ahí el que me prejubile ;-)
Pero aun así me da mucha penilla. Se acaba un ciclo y comienza otro.
Gracias y besos.
Mama c/c, imagino el alivio, aunque a mi me atormentaba más el remordimiento. Y precisamente ahora, visto desde la distancia, siempre que me preguntan o me piden opinión cuando oigo que alguien va a dejar de dar el pecho y va a dar biberón, siempre digo, hagas lo que hagas, hazlo convencida y sin remordimientos.
Ahora lo que siento es rabia por aquello que me pasó, porque sé que con información y apoyo, todo hubiera ido mejor.
No juzgo el pasado desde el presente, recuerdo, estudio la situación y tomo la decisión de intentar evitar los mismos errores.
Gracias, entiendo perfectamente como tuviste que pasarlo tú, porque yo también estuve apunto de tirar la toalla y seguramente lo hubiera hecho si ese plan hubiera durado poco más.
María gracias por entender. No se como explicarlo. Solo lo puedo comparar con ese cordón invisible.
Sandra, no sé si es que me ha pillado floja de fuerzas pero sí es cierto que me está costando y eso que ya llevo meses viéndolo venir...
Besos
Preciosa historia...
ResponderEliminarMuchos ánimos wapa !!!
me ha encantado leer tu historia. La verdad es que os admiro a las que persistís a pesar de los dolores, grietas , mastitis... yo en ese sentido lo tuve fácil, nunca tuve ningún problema, y aún así sigo pensando que la lactancia es un milagro, en mi caso por parte de mi hijo que empezó a mamar 20 días después de nacer, pues desde que nació entuvo muy malito en la incubadora, y a pesar de todo y trás una semana intentándolo se agarró como un loquito y así sigue un año después.
ResponderEliminaryo siempre lo he tenido vastante claro que voy a dar pecho, no solo por lo bueno que es, sino por la conexión de que hablais que sé que tiene que ser la leche. Pero también sé que no voy a ser tan cabezona, en cuanto tenga esos problemas, biberon al canto.
ResponderEliminarMuy bonita la historia pero... necesito ya el final!! es que soy muy impaciente, jaja.
ResponderEliminarNo, en serio me parece que tuviste mucho aguante y al final claro, mereció la pena.
Tu relato se parece mucho al mío, en el primer mes sufrí dos mastitis con fiebre de 39º. Grietas, dolor, aquello era una tortura. Casi desistí, pero un buen día todo cambió, y la lactancia por fin fue lo que yo siempre quise, algo maravilloso, que compartimos 15 meses. Ojalá hubiera amamantado más tiempo!
ResponderEliminarPablo aun toma teta, ya lo sabes, pero estoy segura de que sentiré exactamente lo que tu explicas cuando lo dejemos
ResponderEliminarVirginia, muchas gracias!
ResponderEliminarLa dama del U., y yo te admiro a ti y sobre todo a tu hijo. Y tanto que milagro!
Prinse, es un poco dificil valorar algo así sin verse en la situación. Yo hubiera dicho lo mismo que tú, meses antes de dar a luz, pero algo me hizo seguir intentandolo. NO te puedo decir que.
Lamamadeunabruja, bueno se ve venir jejejeje, esto es como el libro de Crónica de una muerte anunciada jajajaja
Arual, pues 15 meses está genial, pero te entiendo. Mira yo llevo 26 meses y no veas como lo siento...
Esther, pues a seguir disfrutando.
Has hecho muy bien en moverte y no dejar de dar el pecho sin pedir otras opiniones profesionales.
Yo fui un poco torpe o lenta, como quieras y el resultado es este. En la segunda parte te lo explico.
Como te comprendo. Mi historia es más fácil. El principio fue fácil. Superamos dificultades, pero mi hijo siempre quiso la teta, así que eso ayudó mucho.
ResponderEliminarCon 15 meses dijo basta, y con todo el dolor de mi alma asumí el destete. Y sí, sientes que algo se rompe. El acto de lactar une de una forma indescriptible. Superaste muchas barreras, problemas. Has lactado 2 años. Sientete orgullosa de ello.
Ahora sabes mucho más, con el próximo tendrás el camino hecho.
Un beso.
PD Para mi, siempre serás LA TETA REINA.
Jo Tetareina me he emocionado leyendote..
ResponderEliminarMi historia al principio fue como la tuya mas o menos, pero yo tire la toalla y en mi caso en su dia me salvo en biberón.
Espero q para el próximo me salgan mejor las cosas.
Entiendo q estés triste, pero piensa en esos maravillosos 26 meses de lactancia, es impresionante!
Yo también pasé las primeras semanas muy mal, creo que estaba muy perdida. Qué dificil es iniciar algo tan importante como la lactancia sin apoyo ninguno, sin nadie cerca que te anime y te asesore. Afortunadamente triunfó, pero fue por puro milagro.
ResponderEliminarJoooo, pero cómo nos dejas a medias?!?!?!?!
ResponderEliminarBueno, me ha encantado tu historia, sobre todo porque yo no sé si habría aguantado tanto con dolores y sin nadie a quien recurrir... Campeona! :)
A mí con mis dos hijos me ha dolido al princpio dar el pecho. A veces dolía sin más y otras dolía mucho. Sinceramente, creo que era porque estaban constantemente mamando y necesitaba hacer callo. Cuando se ponían al pecho era como si me mordiesen con agujas finas; luego mejoraba un poco. Pero yo también he tenido que decir a mi marido que por favor le aguantase unos minutos más.
ResponderEliminarY así bastante tiempo, no te creas. Yo diría que en ambos casos he empezado a disfrutar de la lactancia hacia el tercer mes. Luego es una maravilla, claro.
Me ha encantado tu historia...Yo soy como tu, es decir, una cabezota. Yo me pasé 6 meses con dolor...los peores fueron los 3 o 4 primeros meses...Lloraba al darle el pecho y rogaba, como tu, para que no pidiera tanto...Día tras día, me juraba que aguantaba hasta los 6 meses y que luego se terminaba, que no podía estar así por mucho tiempo..
ResponderEliminarPero, el dolor, poco a poco, empezó a disminuir hasta desaparecer y, a los 6 meses empecé a disfrutar.
Yo también moví cielo y tierra para encontrar una solución...pero nadie me supo ayudar: las de la liga de la leche me decían que era problema de la posición, la comadrona no sabía que decirme pero me hizo un frotis por si acaso, que obviamente fue negativo...
Ahora, 29 meses después, seguimos con la teta, aunque no parece que vaya a terminarse por ahora...
Ole por todas esa madres cabezotas que no se rinden!!!!
ánimo guapa!! yo también me angustié mucho cuando mi nene dejo de mamar, también sentí como que perdiamos un poco esa lazo que nos unia desde que supe que estaba embarazada, pero poco a poco te das cuenta que ese lazo no hay "que ni quién" lo rompa, sin embargo cuando mi niña, me costo menos incluso hasta tenia ganas de que lo dejara por que lo pasaba mal por mi neni que a veces me miraba con unas carinas cuando su hermana mamaba...
ResponderEliminarUn besin
Bueno, podríamos resumir que a veces no viene nada mal que seas una cabezota, jajaja.
ResponderEliminarMe temo que el hecho de no ser portador del doble cromosoma X hace que no pueda saber cómo te sientes en esa "prejubilación" (seguiré leyendo la parte II, porque aún no he pillao el símil). Sólo espero que te mejores pronto de esa anémia y que, como ya se ha dicho, cuando termina una etapa otra comienza y seguro que también tendrá sus cosas buenas (por ejemplo cuando boliche se coma su primera pata de cordero a dentelladas, jajaja)
Ánimo y sigue contándonos...
Jo, qué identificada me siento. A mi nene le dieron biberón ya en el hospital y me aconsejaron que, aunque le quisiera dar el pecho, que le siguiera dando "ayudas" (cómo odio esa expresión)porque el niño no crecía. Además, con grietas y mis pezones invertidos machacados por unas tomas larguísimas (más de 1 hora)... Cuántas lágrimas... y ese sentimiento de fracaso un día tras otro. Después de mes y medio, ya casi convencidos mi marido y yo de que esto se acababa, contacté con la asociación Lactabebé y me dieron la cnfianza en mí misma que me hacía falta. Después a tomar por saco los biberones y todo el santo día, teta, teta y más teta, que ni salíamos de casa. Y lo conseguimos!!!!!! Yo sólo pensaba "claro, el biberón se lo puede dar cualquiera, pero yo quiero darle la teta, quiero tener esa exclusividad". Y ahí seguimos, ya 11 meses y espero que muchos más.
ResponderEliminarÁnimo Teta, que eres una campeona, dos años de teta es una pasada, es genial. Y Boliche es un niño my afortunado por tener una mamá así de valiente y de cabezota!!!!!!
Te he leído ayer, pero no puedo comentar desde mi agenda, no se que le pasa...al leer el titulo del post, me he asustado, pensé que te prejubilabas del blog, por alguna razón....venga no te desanimes, yo he pasado por ello tres veces, da mucha pena, te quedas sin esa unión tipo cordon umbilical transparente como tu bien dices, pero es ley de vida, la has mantenido mucho tiempo, ojalá yo hubiera podido darle tanto tiempo a mis niñas, sientete satisfecha y contenta por ello.besos
ResponderEliminarMe tienes en tensión como en una serie... desenando que llegue la segunda parte.
ResponderEliminarOle tus cojo..., lo del agujerito con leche y sangre.. dios mio... que dolor. y lo de tu madre secándote las lágrimas, se me hace chiquitin el corazón...
Joo, Teta, qué mal debiste de pasarlo al principio, pero merece la pena, verdad? Para mi es igual de importante que para ti y cuando alguna vez no mama me da cosilla por si se desteta. Ha estado más de dos años mamando, enhorabuena lo primero!!! Es increíble que haya pasado tanto tiempo y que todo al final haya ido perfectamente.
ResponderEliminarAhora no te atormentes, aunque sé en parte cómo te sientes y creo que también yo me sentiré así.
Has de pasarlo lo mejor posible y para volver a ponerla en circulación, ya sabes!!!
¡Vaya ya no serás La Teta Reina! ahora sólo ¡La Reina! pero no te aflijas... eres una mamá de oro... de oro puro, chiquilla... ha sido toda una suerte para Boliche tener una mamá como tú... lo lleva en sus adentros, forma parte de su ser y la lactancia tan cerquita de tu corazón no se le olvidará jamás... conoce tu latir y tu sentir... y eso le tranquilizará, le sosegará el resto de su vida... ¡Es tu cachorro, bien criado, bien alimentado y lo trasladará a su prole, no te quepa duda!
ResponderEliminar¡Mucho ánimo, mi reina, mucho ánimo y cuídate! Porque tu destete empieza ahora snifff!!!
Bss...
TETA!!!!! Que decirte... me tienes con los ojos empañados, un abrazote grandote grandoteeeee!
ResponderEliminarBelén, pues no creas tengo mis dudas, lo mismo tengo otro y me vuvle a pasar lo mismo. Espero que no, al menos ahora tengo información y experiencia.
ResponderEliminarLo tuyo también fue una buena lactancia.
Ains! que con tu PD me he emocionado.
Mamadejulio, estoy contenta por el resultado final, pero me da penilla. Seguro que con el próximo lo consigues.
Entiendo lo duro que tuvo que ser.
Nuria, eso es lo peor, verte sola y no saber por donde tirar.
Y tanto que se salió bien de milagro.
M.E en Alemania, no sabes scomo me alegra verte otra vez por aquí. Espero que lo lleves bien.
Tú sí que eres una campeona!!!!
Un heroina!
Lo he tenido que cortar porque era demasiado largo.
Laky, con la peque te ha pasado igual?. Es el miedo que me da a mi, revivir aquel infierno otra vez. Uf!
LadyA, a mi las de la liga de la leche ni se dignaron a devolverme las llamadas/mensajes.
6 meses con dolor???, madre mía, como para dejarlo ahora con lo que se disfruta.
A seguir hasta la universidad jajajajaja
Emma, ya me imagino. Ver a tu hijo mayor pasarlo regular por los celillos debió ser durillo.
Gracias ;-)
Mil besos
PapaLobo, lo de la pata de cordero lo tendré que grabar como sus priemros pasos jejejeje
ResponderEliminarAlgo bueno tenía que tener ser más terca que una mula...
Toñi, gracias por tu testimonio. Es maravilloso ver como salimos adelante frente a las dificultades.
Que sigas disfrutando mucho de la lactancia.
Muchos besos ;-)
Cartafol, del blog, pero de la teta sí snif snif
Desde leugo tú los has disfrutado también mucho. Es genial.
Tricius gracias. La estampa era terrible y todos mirandome con cara de "pero mira que eres bruta...". Menos mal que me conocen y saben que cuanto más me digan...peor.
XD
Suu, no me deja entrar en tu blog, me dice que no tengo invitación?!?!?!?!?!?!
Ays! dios que me has desterrado!!!!!
MariCari, y ahora que hacemos con LA TETA REINA????? snif snif
Me voy a tu jardín a ver si se me pasa...
Magda, mil gracias, se que me entiendes y me acompañas.
Mil besos
Vaya, te entiendo porqué sabes que a mi también me dolió, aunque lo mio fuera algo postural y durara una semana, sé lo que es llorar de dolor mientras amamantas. un mes debe ser terrible!
ResponderEliminarYo también estoy a la espera de la prejubilación! y debe ser triste, yo temo ese momento. Estanjanito hoy no ha mamado por la mañana! es el primer dia que pasa! aich!
estamos aquí para darte mimitos. Curate esa anemia! yo estoy con un catarro-dolorgarganta-sordera que uf!
un besito
Teta! supongo que tienes que estar melancólica, pero ese vínculo sigue estando ahí, lo que pasa es que ha dejado de ser físico. Es sólo un paso más en ese duro camino de la maternidad... pero tú eres siempre positiva y fuerte.
ResponderEliminarNo he entendido muy bien lo de la intrusión del biberón, así que esperaré tu siguiente post.
Un besazo enorme para los dos!! por cierto, no se me olvida lo de la quedada!!!! es que no paro, pero te prometo que estos días te envío un email.
Hola guapa! La verdad es que tienes un mérito tremendo. La mayoría de la gente que le va bien la lactancia te cuenta que es maravillosa de principio a fin. Esta bien que alguien cuente que no todo es tan fácil, ni tan bonito al principio, pero que merece la pena el esfuerzo. Aunque la verdad es que en casos como el tuyo es comprensible tirar la toalla...
ResponderEliminarMi hija mayor también me hacía un daño horrible, y lo pasé mal al principio, hasta que empezó a espaciar algo más las tomas. Era muy tragona y succionaba muy fuerte. La matrona también revisó la postura y decía que era correcta, así que no sé por qué sería... Con la segunda no me pasó lo mismo, no me hacía nada de daño al mamar, no era tan demandante, vamos, que muy bien, y aún así, dejó de tomar pecho mucho antes que la mayor, porque ella quiso. ¿Ves? Un buen principio no garantiza una lactancia prolongada.
es un relato maravilloso, ha sido un placer leerte, una vez mas.
ResponderEliminarMe has puesto los pelos de punta...que bonito lo que has aguantado,tanto tiempo...ahora que yo también soy madre entiendo tanto ,lo del cordón invisible..el momento íntimo entre tu hijo y tu, es maravilloso, tu lo has hecho muy bien, está claro, yo lo hice durante 5 meses, al principio fue chungo, lo que a mi me pasó se parece un poco a tu caso, pero luego todo cambió también y me encantaba,,soloq ue tuve que empezar a planterame el destete porque Maria ya no se enganchaba tan bien, tomaba algún biberón y estaba claro que se estaba haciendo un lio.Pero mira que curioso, ahora que hace casi 2 meses que está totalmente destetada...CUANTO lo echo de menso, en serio, me pasó casi como a ti, solo que tu eres una campeona por haber aguantado tanto tiempo.Te felicito, y sí, entiendo ese vínculo especial que crees qque se ha perdido, que no es así, pero lo pensamos, es verdad.
ResponderEliminarUn besito y muchos ánimos, hiciste todo lo mejor para él mientras lo amamantastes durante tanto tiempo(quien me iba a decir a mi que iba a contemplar la lactancia materna como algo maravilloso? jajaj y mirame ahora...)
Un beso!
Pues yo estuve mamando hasta los cuatro años.
ResponderEliminarTeta, pues yo creo q fuiste una campeona y tu esfuerzo estuvo recompemsado. Si ahora han cambiado las circunstancias, pues qué le vas a hacer, nada es eterno, pero lo has hecho genial.
ResponderEliminarEstimada Teta (hoy le dejo lo de teta dada la importancia de la entrada),
ResponderEliminar¡¡Baaaahhh!!, Boliche está cerrando una fantástica etapa de su vida para acercarse cada vez más a otra maravillosa y más prolongada fase... la de establecer vínculos invisibles con su, su... ése y un servidor a través del segundo elixir más mágico sobre la faz de la tierra: LA CERVEZA.
¡Oh, sí!, ya le estoy viendo pidiendo otra ronda con, por ejemplo, unas gambitas plancha para hacerla más llevadera. Mmmmmmmm.
¡Me relamo de gusto pensando en ese momento!
Y ahora supongo que usted se afligirá... pero cometería usted un error. ¿Por qué?
Pues porque algo me dice que de aquí a no mucho tendrá usted a otro u otra "aerobebé" pidiendo reabastacimiento en vuelo con regularidad matemática.
Y esta vez ya nos conocemos los pequeños secretillos para evitar ese mes de agonía, que seguro que en esta ocasión no se repite.
¡Piense en positivo!, ya queda menos para iniciar toda una nueva aventura que durará muuuucho.
Un besazo,
Rocket
Estanjana, gracias!
ResponderEliminarSe que hay personas que me entienden mejor que otras y tu eres una de ellas.
Que te mejores y sigue disfrutando!
Crisis, gracias!, se que no se ha roto nada pero siento que le he dicho adios a algo muy importante.
Besos
Superamatxu, bueno yo cuento la verdad. Espero que si hay un segundo, sea estupenda de principio a fin.
Imagino que será como cuando los papis del nuevo bebé dicen que come, duerme y caga bien y que es un bendito. Doy fe q alguno existe pero q todos sean asi, eso no me lo creo jejejejeje
Gracias por tu testimonio!
Sil, gracias!
Paris, ya me imagino que lo echarás de menos. Y me alegro que lo hayas disfrutado el tiempo que haya sido, mucho o poco da igual.
Es una experiencia que ninguna mujer debería perderse. Aunque solo fuera un día.
David, si ya sabía yo tú tenías algo especial ;-)
Mamareciente, yo no me veo como una campeona ni mucho menos, pero que mereció la pena eso seguro.
Gracias!!!
Rocket, aquí tienes el lado oscuro de la teta.
Estimada Teta,
ResponderEliminarPerdón pero me he perdido, ¿dónde está el lado oscuro?, ¿a qué se refiere usted?
Saludos,
Rocket
Mi historia con la teta fue muy fácil, excepto porque mi retoño no la quería soltar. Mamaba horas seguidas y sólo dormía una hora o dos entre tomas, especialmente en la noche. Luego me di cuenta que los niños que toman biberón o usan chupeta duermen más pero en ese momento no me cuestioné nada, seguí con la teta.
ResponderEliminarEn las semanas antes de cumplir dos años mi hijo empezó a destetarse, me pedía teta un día sí otro no, y variaba la cantidad de tomas diarias. El día después de su 2do cumpleaños fue el último día que tomó teta. Después de eso no me pidió en dos semanas, cuando me volvió a pedir yo le dije que ya no tenía leche y le di jugo, tenía miedo de que si le volvía a dar teta pasara el momento y luego no hubiera forma de quitársela, luego me arrepentí un poco de esa decisión.
Cuando mi hijo se destetó pasé por un duelo muy fuerte. Si veía bebés en la calle se me salían las lágrimas. Anduve triste mucho mucho tiempo.
Yo sé que ya tenía dos años, que es esperable que deje la teta a esa edad, pero para mí fue tener que aceptar que ya no era bebé.
Nos pasó como vos decís, que veía la teta y me decía "tetas, tetas" y se reía. Y todavía (más de un año después) él se duerme solo abrazado con mi esposo o conmigo, y no hay día que no amanezca con nosotros.
Yo sé que es difícil este duelo que estás pasando. Tal vez el biberón fue responsable. Pero te aseguro que aunque Boliche hubiera mamado uno o dos años más, en el momento en que hubiera dejado la teta te hubieras sentido igual...
Yo ahora me consuelo pensando que tal vez algún día, logre tener otro bebé para repetir el milagro de la lactancia!
Un gran abrazo
Jo, yo tambien estoy llorando! Tengo una hija de 6 dias y en el hospital empece a darle pecho, a demanda, habia veces q estaba 15 minutos y otras 5, pero yo queria q me subiera la leche. El caso es q ahora, en casa, llora muchisimo, se pone roooooja, nunca me la puedo colocar al pecho tranquila, siempre con llantos. Tengo los pechos q veo la strellas, con el purelan igual que tu, toso el rato poniendome. Lo malo es que luego se me resbala el dedo de tanta lanolina resbalosa. Mi nena mama a veces solo 5 minutos y otras veces unos 20, y casi siempre se queda durmiendo unos minutos antes de soltarse, y ya no hay quien la despierte otra vez.siempre se duerme al pecho.pa colmo me dan ahora unos pinchazos en el pechooo, uffffff.
ResponderEliminarMi pregunta es si la nena se esta enganchando mal, podriamos enseñrle a cogerse bien? Aunque haya pasado tiempo?? O ya se queda con su costumbre?
Voy a seguir, como tu, a ver si puedo arreglar esto.
Me anima mucho tu experiencia, muchas gracias!!!
Inma, por favor, envíame un correo a latetareina@gmail.com para que te puede responder allí.
ResponderEliminarUn besito
Me gusta tu blog y desearía que lo compartieras con el mio,
ResponderEliminarque es...
http://miscosascotidianascristina.blogspot.com
Besos desde Sevilla