Haciendo encaje de bolillos

Si unas vacaciones con niños ya son algo difíciles de organizar de por si, para complicarlo un poco más, tenemos que ponernos manos a la obra y dejarlas cerradas 10 meses antes.
Pero bueno, y yo que sé que voy a hacer o si voy a necesitar días para hacer alguna gestión, o si Boliche se va a poner malo y me voy a tener que quedar con él, o si, o si, o si…

Pues esta es otra de las cosas guays que tiene la NO-conciliación.
Y más en mi caso, que curro sola y no importa ni lo más mínimo cuando me coja las vacaciones porque aquí no hay temporada baja ni alta que limite las opciones.

Todos los años entre febrero y marzo (este año se les ha pasado un poco…) tenemos que confirmar las vacaciones de todo el año y además, salvo caso de vida o muerte, son inamovibles.

Así que aquí me tenéis todos estos días estrujándome el coco (me encanta esta foto jjijiji) y haciendo encaje de bolillos a ciegas porque no tengo ni idea de lo que voy a necesitar.

En un primer borrador, había pensado cogerme la última semana de julio y la segunda quincena de agosto, algo en diciembre y ¿algún puente?.
Claro, después de sumar y sumar, como siempre, me faltan días.
Teniendo en cuenta que en septiembre empezamos nuevo curso en el “cole de mayores”, voy a tener que restructurar todo.

Según me ha informado el cole al que espero que vaya Boliche, solo tienen 3 días de adaptación en los que salen a las 11.30 de la mañana.
El resto de días y hasta octubre, salen a las 13.30.
Eso quiere decir, que si empiezan el cole el días 12 de septiembre, tengo que buscar “apoyo logístico” durante tres semanas.

La primera semana me la voy a coger yo de vacaciones porque quiero que la adaptación de Boliche sea lo más tranquila posible y si yo estoy trabajando supone, dejarle de cualquier manera y salir pitando por la mañana porque yo entro a las 09.00 y luego que alguien le recoja a las 11.30.
Como sé que los primeros días, sino difícil (vamos a dar un voto de confianza), sí serán bastante especiales, quiero estar yo para que se sienta más tranquilo y confiado.
Creo que el papá de Boliche también se podrá coger el primer día para acompañarnos y eso es estupendo, sobre todo para mí, que necesitaré alguien que me saque de la puerta del cole a la fuerza.

Las otras dos semanas, tendremos que tirar de abuela desde las 13.30 hasta las 16.00 que salga yo de trabajar y en octubre, empezaremos a centrarnos en el horario continuado, comedor incluido.
Ay! el comedor, otro de mis quita-sueños, pero bueno no me quiero agobiar que todavía faltan casi 6 meses y seguro que muchos avances habrá.

Cuando pienso en todas las etapas que tenemos que cerrar, como el pañal, los purés, etc me da vértigo, así que lo mejor es hacer como Scarlett O’Hara y decir, “hoy no puedo pensar, ya pensaré mañana”.
De momento, voy a ver como sigo cuadrando las vacaciones, que se me acaba el plazo y todavía no lo veo nada claro.

¡¡¡Maldita primitiva!!!

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