Mamá, ¿de qué color son los besos?

El lunes cuando fui a recoger a Boliche a la escuela, me abrió su seño y antes de meterse en clase para prepararle me dice,

- Mira, asómate, ya verás que tranquilos están.

Me asomo a escondidas a la ventana y veo que están todos los niños sentados de dos en dos en sus mesitas viendo cada uno un cuento.

Boliche estaba sentado con una nena, pero él estaba super concentrado en su cuento. Se chupaba los dedos y pasaba las páginas para ver los dibujos.

Ains! que mayor se me está haciendo y que gracia me hizo verle humedecerse los dedos para pasar las hojas del cuento jejejeje, está hecho todo un hombrecito.
Seguro que eso lo ha visto en casa porque sino ya me contareis...

Esos son algunos de los muchos momentos en que me lo comería a besos, más de lo habitual, porque le tengo frito al pobre..., pero es que no me digáis que no es para eso y más.

Ahí sentado, tan tranquilo, tan concentrado, tan interesante y que pocas veces hace eso en casa el jodío jajajajaja

En casa solo a hacer el bruto, a escalar la montaña gigante, que es su padre, a hacer "peroretas" como dice él, que te levanta la camiseta y te hace una pedorreta en la tripa jejejeje, si es que es genial mi Bolichín.

Bueno que me desvío del tema, como siempre.

Pues para que pueda cambiar de cuento, que llevan dos meses con el mismo, le he llevado ayer otro cuento que nos gusta mucho a los dos.

Se titula, Mamá, ¿de qué color son los besos? y es de Imaginarium.
Indica que es para niños de 4 a 8 años, pero yo nunca le hago mucho caso a esos consejos.
Lo que me más me interesa es lo que cuentan y que tengan unas ilustraciones bonitas y/o llamativas.

El cuento está lleno de colorido y en el narra como explica una mamá a su hijo Pablo de que color son los besos, como indica el título, y que significa cada color.

Me parece super tierno. A Boliche le encanta descubrir cada color en sus páginas y a mí, con este inicio de la historia ya me conquistó

Eran pasadas las nueve cuando, como cada noche,

Pablo se deslizó en la cama de su madre y se acurrucó a su lado.

¡Cómo disfrutaba de aquel calor tan familiar y a la vez tan especial!

Sííííí, me encanta descubrir en los cuentos como tratan el colecho con toda la naturalidad que se merece.

Lo recomiendo a todos los que tenéis en casa a los fans del "¿mamá/papá me lees un cuento en la cama?"

Mamá, ¿de qué color son los besos?

Carla Pott y Elisenda Queralt

ItsImagical

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