Ya sé que estando de veranito estos temas no apetecen mucho pero es que "la muerte", como diría Julio Iglesias igual que "el quererse" no tiene horario ni fecha en el calendario.
Le da igual que sea verano que invierno, que estés de boda o currando.
Es tan ingrata y tan puta que le da igual que te acabes de jubilar hace un mes o que estés a punto de conocer de conocer a tu hija o al hombre de tu vida, que tengas más dinero que Botín o que vivas debajo de un puente. Da igual.
Viene, te jode y se va.
Y además no se molesta en avisar, ni llama antes de entrar.
Algunas veces te ronda y puedes sentirla, o eso dicen, y otras viene por sorpresa y sin saludar. Sin un flirteo previo que te puede hacer sospechar algo.
¿Para qué? si total el resultado va a ser el mismo.
Menuda golfa sin escrúpulos y sin conciencia.
En menos de 3 años, ha venido a jodernos la vida, bien de cerca, en 3 ocasiones. La última, la semana pasada.
Cuando un ser querido se va, se van muchas cosas con él.
Se van todas sus vivencias, sus experiencias, las cosas que aprendió durante su vida, sus secretos, sus temores y sus ilusiones.
Y todo ello, es de un valor incalculable.
Y los que nos quedamos aquí, solo podemos resignarnos como podamos e "intentar" guardar los recuerdos de los momentos que vivimos junto a ellos.
Y digo "intentar", porque la memoria y los recuerdos si no se marchan del todo, se distorsionan y se transforman hasta que en ocasiones ya no sabemos si lo que recordamos fue así de real o no.
Dudamos de la fidelidad de nuestro recuerdos, y hacemos bien, porque seguro que no se ajustan del todo a la realidad.
Pero por suerte, lo más básico del recuerdo se mantiene, que es el amor. El cual no solo no se distorsiona ni desaparece, sino que paradójicamente, crece de forma inconmensurable.
Yo estoy segura de que, hoy por hoy, quiero más a mis abuelos que cuando viví con ellos, porque a mis recuerdos de aquella época se suma la cantidad de momentos en los que les he echado de menos y me ha hecho falta tenerlos a mi lado.
Y por añadidura, el amor ha crecido todavía más al comprender mejor sus vidas desde la madurez de la experiencia de mi vida como adulta.
Y hablo sobre todo de la vida en pareja y la maternidad.
Unos se van y otros vienen y mientras tú, como mujer... te transformas (en algunas ocasiones).
Vives una metamorfosis kafkiana, pero en plan guay, porque en vez de convertirte en un bicho desagradable te conviertes en madre. Y en mi opinión, eso es lo más grande que le puede pasar a una mujer. Ser madre.
Estas perdidas de seres queridos tan cercanos, además de dolor, me han traído sensaciones contradictorias.
Tristeza (por el que se va y los que se quedan), miedo (mucho), estupefacción (por la forma en que transcurren los acontecimientos), alivio (si se puede llamar así y que además es 100% egoísta porque esta vez aunque ha sido muy cercano, no ha tocado "mi casa" ni la de mis padres), gratitud (no sé a quien o a que, pero me siento con la necesidad de dar las gracias por tener conmigo a "mis más cercanos" junto a mí), dudas (sobre si esta racha se quedará aquí), orgullo (por haber formado parte de la vida del que se va) responsabilidad (por el apoyo que necesitará el que se queda).
En una palabra, que con esto de la muerte uno se queda "descolocao".
En estos casos uno tiene dos alternativas, hundirse en la mierda y revolcarse en ella, que es una opción de los más lícita, o intentar salir de ella lo más dignamente posible.
Para ello, podemos tirar de lo que sea el mayor aliciente en nuestras vidas, en mi caso Boliche.
Y de momento parece que va funcionando.
Es curioso como dos cosas tan diferentes entre ellas como puede ser la muerte y la maternidad, vayan unidas de la mano.
Donde acaba una, empieza otra, y esa rueda nunca deja de girar.
La maternidad me ha hecho ver la muerte desde otro prisma. Me ha hecho temerla más, pero también darle la importancia justa. Ni más ni menos.
Es cierto que me da terror pensar que pueda perderme vivencias tan importantes para mi hijo como verle crecer, hacerse hombre, formarse intelectualmente, desarrollarse socialmente, encontrar el amor, etc, pero eso tampoco puede hacerte frenar, precisamente porque, posiblemente, ese miedo traería el mismo resultado. No disfrutarlo sería igual que perdérselo, aun estando presente. Indudablemente, una estupidez.
Por lo tanto, después de darle vueltas al temita durante toda la semana pasada y como diría..., Freddie Mercury (aunque no tengo ni idea de si la frase original es suya), "the show must go on".
Mucho ánimo Teta.... Ya sabes que estamos por aquí para lo que necesites.
ResponderEliminarSé de lo que hablas. Dos hermanos míos se murieron, el último habiéndose casado hacía 17 días y yendo a trabajar.
ResponderEliminarLuego llegó el afán de recopilar todo lo que me recordase a ellos y escribir cada uno de los momentos que recuerdo haber vivido con ellos.
Por mis creencias religiosas, sé que estaremos juntos de nuevo, allá, después de morirnos, pero a veces es muy difícilnporque no lo asimilo del todo.
No hay palabras para dar aliento, no existe tal magia que te quite el dolor. Sólo el tiempo te hará recordarlo con añoranza y mucho amor.
Un beso.
Lo siento mucho. Y tal cómo dices, show must go on, aunque sólo sea por los que se quedan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo, la muerte siempre te deja extrañamente sorprendida aunque la estés esperando, es tan irreversible,son tantas las pérdidas !!!
ResponderEliminarLo siento guapa, espero que poco a poco vayas animándote, un abrazo!!
ResponderEliminarJoder Teta, me has dejado fría!
ResponderEliminarYa sabes que aqui en Endor estamos pa lo que haga falta, llorar, reír, recordar y olvidar, que de todo hay que hacer cuando alguién se va.
Llorar por su ausencia, reir con sus recuerdos, recordar lo bueno y olvidar lo malo.
Una sonrisa de PequeñoJedi, que hoy por hoy es lo mejor que puedo mandarte.
lo siento mucho guapa.
ResponderEliminarCreo que es cierto todo lo que dices. Y realmente hay que seguir para adelante.
cuando murió mi madre (y mi abuelo al año y medio) me dije que por ella, por todo lo que me había enseñado y por lo que había luchado por mi debía seguir adelante y no hundirme, aunque algo en tu interior se muere con ella, lo demás debe seguir floreciendo.
el miedo hay que tenerlo porque nos hace apreciar lo que podemos perder, pero no nos puede parar.
Un beso muy grande!
Ainss...que patadas nos da la vida...yo siempre digo que es una llamada de atencion, que te esta diciendo que disfrutes...que vivas a tope...
ResponderEliminarYo tengo un post pendiente sobre esto, pero me toca tan cerca que todavia no estoy preparada para escribirlo...
Nena, pa´rriba ehh...mira a tu peque y sonrie, el es el motivo de que merezca la pena todo...
Un beso mu grande bombon.
Lo siento mucho preciosa, ya sabes que estamos aquí para lo que necesites.
ResponderEliminarEs importante seguir adelante, pasar página y volcarnos en nuestros pequeños. Porque siempre es duro despedir a alguien, pero parece menos duro cuando ves crecer una vida a tu lado.
Es cierto que la maternida va unida a la vida y, por tanto, a la muerte. Cambia mucho la perspectiva cuando eres madre y da pavor a la vez que tranquilidad
Filosofando al filo de lo imposible. Me alegro de que te agarres a tu maternidad para poner en perspectiva y superar la tragedia de la muerte... No hay nada como la sonrisa de tus hijos para sentirte afortunada y sentir que la vida sigue.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, maternal y cariñoso para animarte a seguir andando y superando este reto continuo que es hacer que cada minuto cuente.
Lo siento mucho cielo . Yo también he estado reflexionando sobre el tema, porque hace escasos días perdí a alguien muy querido (cáncer fulminante, dos meses y medio). Me ha ayudado leerte. Besos
ResponderEliminarSiempre es muy duro cuando se pierde a un ser querido, lo has descrito a la perfección.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo de mi parte a ti y a los tuyos.
Lo siento un montón. Muchos ánimos!
ResponderEliminarLo siento de verdad, mucho ánimo.
ResponderEliminarBesos Teta!, has escrito un post, a pesar del tema, "bonito".
ResponderEliminarBesos
Uf, lo siento mucho.
ResponderEliminarYo creo que lo que más me ha aportado la muerte es dejar de tener miedo a la vida. Al fin y al cabo, como bien dices, todos vamos a terminar igual, qué miedo puede dar vivir? Desgraciadamente lo aprendí con la muerte de mi madre, pero al menos de algo sirvió.
ResponderEliminarUn beso fuerte reina.
Lo siento mucho guapa, ánimo!!
ResponderEliminarHola guapa, normalmente te leo en silencio, pero hoy necesitaba decirte lo mucho que me ha gustado tu forma de enfocar tu post de hoy. Yo tambien pienso que lo mejor es la filosofia de el "show must go on", aunque solo sea por salud mental y por intentar ser feliz en la vida. Un abrazo
ResponderEliminarLo siento mucho.
ResponderEliminarLa muerte siempre va a acompañada de una maraña de sentimientos.
Ánimo guapa!
Un abrazo.
Guapa, en estos momentos se es más conscient que nunca de que la vida puede dar un giro de 180 grados en un minuto. Así que lo más inteligente es vivir el presente y disfrutar de cada día al máximo.
ResponderEliminarBesos y ánimo!
Un fuerte abrazo y muchos ánimos. Has refleja muy bien ese horrible sentimiento que todos tenemos a la muerte y más siendo madre. Un beso enorme y como bien dices, a seguir adelante
ResponderEliminarUn abrazo y un beso Teta, desde aquí te mandamos todo nuestro apoyo y tienes razón no hay mejor razón para continuar viviendo y hacerlo a tope que tu niño...
ResponderEliminarMucho ánimo Teta!!!....a veces la vida nos da pequeños sustos, para que sepamos valorarla y disfrutemos al máximo de ella!!
ResponderEliminarun beso!!!
Mi más sentido pésame amiga. Te mando un fuerte abrazo lleno de cariño y comprensión.
ResponderEliminarLo siento mucho, te mando un fuerte abrazo y mucho ánimo
ResponderEliminarUn beso, Teta, mira a tu Boliche y disfrútalo, que es lo mejor que se puede hacer. Muchos ánimos para tí y para tu familia.
ResponderEliminarAsco de muerte, sí. E injusta.
ResponderEliminarEspero que estés mejor y que todos esos sentimientos se vayan haciendo más débiles a medida que pasan los días.
Ya decía yo que no sabíamos nada de ti, que nos tienes mal acostumbrados...
Un besote enorme
Lo siento mucho. Te mando un gran beso.
ResponderEliminarTe mando un abrazote muy fuerte y ya sabes que lo que necesites.
ResponderEliminarUn besazo
Lo siento mucho, Teta. Mucho ánimo y a seguir adelante.
ResponderEliminarLo siento muchísimo guapa. Si necesitas un hombro cibernético en el que llorar, ya sabes dónde estoy
ResponderEliminarUn beso, guapa, y ya sabes, si estás cerca de alicante y te apetece una cañita, aquí estoy :).
ResponderEliminarLo siento. No es consuelo, pero lo que has escrito es muy bonito y muy coherente. Ánimo.
ResponderEliminar... y coincido plenamente en lo que has dicho de ser madre. Y en cuanto a la muerte, desde que pasé de los 40 empezó a preocuparme, será porque empiezas a contar hacia atrás. En fin... otro beso, lo siento...
ResponderEliminarCuanto lo siento Teta. No tengo palabras de consuelo más amplias, sé lo que se siente, y ante eso...me quedo sin saber que decir...
ResponderEliminarYo siempre dije, que antes de que la hija de P...de la muerte se lleve a alguien más de mi familia...dios me hiciera madre!!ahora lo soy...pero no quiero imaginar una pérdida de mi entorno ni familia, soy egoista, sí, pero tengo mis motivos.
Ánimos guapa, aquí estamos para lo que necesites!
Sé que llego tarde, pero llego. Sé bastante de duelos, y de pérdidas de gente muy cercana. Y es así, el espectáculo continua...
ResponderEliminarCoincido contigo: mi maternidad dotó de otro sentido a la muerte.
Como sabes, mi familia proviende de África, y eso también me ayuda a gestionar de otra manera las pérdidas. Porque aunque el dolor de la pérdida está ahí siempre, en el continente africano, la muerte se vive de manera diferente.
En cualquier caso, muchos ánimos, Reinona; ya sabes dónde andamos. Para lo que sea.
Besos, churri!
Muchisimas gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarVuestras palabras me reconfortan.
Que bonito es recibir tanto cariño.
No deja de sorprenderme lo lejos y a la vez cerca que os tengo.
Muchos besos a todos.
Y gracias también a todos aquellos que os preocupasteis y me mandasteis un mail o me wasapeasteis en esa semana de desconexión.
Un millón de besos
Hola Teta, sé que acabo de llegar a tu blog pero ante una entrada así no podía marcharme sin dejarte, al menos, un abrazo. Mucha fuerza.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
ResponderEliminarPoco se puede decir en estos casos.
ResponderEliminarTe mando un beso grande.
Mucho amor y apoyo en estos momentos, me ha encantado lo que has escrito.
ResponderEliminarHay días tristes y días que nos enseñan algo y días para olvidar y días para recordar y dias, y días... Bss...
ResponderEliminarLlego un poco tarde, pero lo siento muchísimo aunque poco te puedo decir porque lo que has escrito tiene tanta fuerza y razón que poco me queda por añadir. Eso si aunque no me manifieste mucho, no te olvides que aquí estoy. Un abrazo
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