Ya llevamos casi 2 meses en el cole de mayores y las subidas y bajadas en el ánimo de Boliche han sido constantes.
Sufrimos el síndrome de Xuxa " Un pasito para el frente, un pasito para atrás, ilarilarilari eh, oh, oh, oh", pero sin su cuerpazo y sin su eterna sonrisa de "happy power".
Y es que entre mocos, fiebres y fiestas, llevamos unas semanas que no hacemos pleno al cinco ni de broma y claro con ese plan, Boliche cuando quiere centrarse siempre surge algo que hace que retrocedamos en su adaptación y ya estamos en noviembre.
Retomar el ritmo siempre cuesta y por eso vamos pasando por todas las fases.
Los primeros días llora, luego llora porque no quiere que se vaya su padre, luego remolonea y ahora la última es pedirme que le espere en "la silla marrón" (como me acuerdo de ti, Belén con el banco de tu hijo).
Habla de unos sillones de piel marrón que hay en la recepción del cole y lo que quiere es que le espere ahí todo el día hasta que él salga por la tarde. Imagino que le dará seguridad pensar que yo estoy en el cole.
El caso es que yo que soy anti mentiras le he dicho que vale, que le esperaré en las sillas hasta que salga. Porque después de dar vueltas y vueltas al tema, he llegado a la conclusión de que si esa mentira le va a dejar tranquilo para que remover más el tema.
No me voy a poner en la entrada del cole a explicarle que no, que yo me voy a trabajar y tralarí tralará porque lo único que voy a conseguir (que ya me ha pasado) es que monte el pollo padre y al final se lo tenga que llevar alguna señorita a la fuerza. Y creo que eso es mucho peor.
Siempre me despido cuando me voy. Nunca me voy a traición. Por ejemplo este puente se quedó con mi madre. Dormíamos como siempre y a las 7 de la mañana yo me venía al trabajo desde el pueblo. Por la noche le explicaba que papá y mamá tenían que trabajar y que cuando nos fuéramos vendría la abuela para quedarse con él. Le decía que cuando se despertara de la siesta, ya estaríamos en casa para ir la parque a jugar. Y se quedaba tranquilo, pero esto de no quedarme en el cole esperándole no lo acepta, me lo pide como con miedo, y da igual que se lo explique en el cole, en casa, o donde sea, cuando llega el momento siempre sale el "mamá tú me esperas en la silla marrón, vale?"así que no me queda otra que mentir y esperar a que poco a poco vaya cogiendo confianza.
Así que mentira al canto!, aunque sea de las piadosas, pero que mal me sabe.
La semana pasada tuvimos reunión en el cole (aunque aun falta la tutoría) y la seño me dijo que iba fenomenal, que participaba mucho y jugaba con sus compañeros pero cuando estaba unos días sin ir que luego le costaba un poco soltarse y volvía a estar más pegado a ella. Me dijo que no me preocupara que era normal que en un par de semanas todo iría sobre ruedas...
Sí, claro, otra historia será cuando llegue navidad y esté en casa 20 días seguidos..., me da a mí que seguiremos con el síndrome de Xuxa hasta marzo. Al tiempo...
Eso sí, yo me niego a ponerme esos modelitos (que más quisiera yo que caber en esas horteradas que lleva ella ggggrrrrrr).
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Jajaja!!! El síndrome de Xuxa también lo tiene Alex me temo...
ResponderEliminarYa se que una mentira es una mentira, pero la quee te esta pidiendo Boliche es de las que no hacen daño, al contrario refpercute en su bien y en su tranquilidad
ResponderEliminarAis es que de ahora en adelante tu en la silla marrón, que Belén estuvo mucho tiempo en su banco del parque, por lo menos a ti Boliche te ha buscado un lugar calentito y lejos de frio y la lluvia..
Xuxa era muy muy hortera y eso que yo me pirraba por tener unas botas altas como las de ella
Ese síndrome está por todos lados! Es una mentira piadosa, a veces es mejor contar así una mentirijilla antes de que monten un berrinche de esos espantosos ¿no?Besos
ResponderEliminarpobrecito pues si mintiendole un poco él se queda más tranquilo pues mejor así,es muy pequeño.
ResponderEliminarLo de la navidad son muchos días sin ir,normal que despues le cueste.
Saludos.
Joo, debe de ser durísimo. Ojalá mi Bichito siga también como en la guarde.
ResponderEliminarMe gusta mucho como lo has denominado el síndrome de Xuxa!!!
Pobre. Si es que el primer año casi siempre es así... mi madre me cuenta que 1º de párvulos fui a medias, porque iba un día y al segundo me ponía mala. Por suerte, poco a poco las cosas van cambiando :)
ResponderEliminarA mi tampoco me gustan nada de nada las mentiras pero creo que en tu caso terminaría haciendo lo mismo que tú. Pobre, si al menos le hace sentirse más tranquilo.
ResponderEliminarBesitos
Nosotros el año pasado acabamos la adaptación como en marzo... este año está con los mismos niños, y ha ido super bien, pero supongo que el año que viene, que ya es el cole, y otra vez los niños nuevos.... pues pasito para atrás. Pero la vida es así, si fuéramos siempre palante, derraparíamos.
ResponderEliminarY una mentira no es una mentira si no se puede comprobar... si a él le da seguridad, vale. Probablemente el sepa de sobra que ahí no te quedas, pero nosotros también nos automentimos mucho.
Y Xuxa, yo le tenía mucha tirria, pero hay que decir que me he acordado de la canción enterita, algo tendría.
Pues yo no se porque.. pitufo lleva dos dias tambien con ese sindrome.. si siempre fue feliz y contento a la guarde¡¡ y los dos ultimos dias.. se lo llevo su profe llorando.. y yo me quedo fatal.... no quiere que me vaya.
ResponderEliminarbuff..que dificil es a veces.
besos.
aayyy xuxa!!! que hasta le hice a mi madre comprarme las zapatillas de xuxa en el Pryca de aquel entonces... que recuerdos!
ResponderEliminarAl ajo del post yo tp soy de mentirle a los niños, me gusta explicárselo todo para que ellos sepan y se sientan seguros. Ahora que una mini-mentirilla piadosa para que Boliche se sienta bien pues que quieres que te diga le diría lo mismo.
Un besito
Uff, Teta que mal rato!
ResponderEliminarNo se que decirte, porque como un día salga y no esté... se va a armar la gorda! Mientras tanto, vas campeando el temporal... que no es poco.
Lo malo es como un día le dé por salir y mirar y no estés en la silla marrón... Pero entiendo que no te quede otra manera de convencerle de que se quede, no creas...
ResponderEliminarSí eso de ir unos días y luego malito, y vuelvo otra vez, y ahora no...les. tiene que desconcertar un montón. Vamos a tener que formar una alianza antivírica y buscar un arma secreta... Ah! Y cambiale el nombre al síndrome, que vas a traumatizar a Boliche; mejor Ricky Martín que Xuxa (un pasito palante, María, un pasito pá tras...) ;D
ResponderEliminarChicas, gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarSé que poco a poco Boli irá cogiendo confianza, que es cuestión de tiempo, pero se hace dificilillo verle entrar así, tan a disgusto.
Ah! y por lo de que me pille en un renuncio, no os preocupeis, es imposible que los niños salgan a la recepción. No está permitido.
Pero gracias, aun así espero que esta situación se normalice pronto.
Hoy ya ha entrado más animado.
Feliz semana!!!
Me has matado con lo del síndrome de Xuxa!!!!! jajajajajaja
ResponderEliminarHas pensado patentar los nombres que usas!!!??? Son geniales ;)) me lo apunto! Pues yo creo que haría lo mismo, a el le da tranquilidad y yo creo que el en el fondo sabe que no es así pero es una forma de pensar "si algo va mal mi mami esta cerca" Boliche lo esta haciendo muy bien, es un niño con muchísima sensibilida. Muchos besos!!!
ResponderEliminarPobre boliche, si es que estos meses entre fiestas, constipados y demás se descentran mucho, yo supongo que él necesita saber que estás cerca por si le pasa algo
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